En la expo |
La noche del
4 de junio se inauguró, en la galería Encanto, del Hotel Plaza, mi exposición
de pinturas Horror Vacui.
Aquí les dejo
algunas instantáneas del momento y las palabras al catálogo escritas por el
crítico de arte y narrador Maikel José Rodríguez*.
Horror
vacui: expresión latina que describe el relleno de todo
el espacio disponible en una superficie pictórica. Más que una característica
formal, es un sentimiento experimentado por los escribas egipcios, los
arquitectos barrocos y los pintores naif,
renuentes a dejar en sus composiciones ni un solo segmento si decorar.
Elda Urquiza, mi esposa Sonia, Nubia e Irina. |
No es casual
que este celebre latinismo dé título a la más reciente exposición personal de
Hermes Entenza: una delicada selección de quince piezas elaboradas sobre papel
manufacturado, donde el miedo al vacío no remite a las atmósferas opresivas y
desordenadas de los interiores victorianos, ni a la excesiva acumulación de
ideogramas o motivos decorativos. Todo lo contrario; en ella, los fragmentos «que
faltan» se erigen en clave sine qua non
para comprender el significado último de las obras. Así, objetos varios,
fenómenos meteorológicos y accidentes topográficos están significados por su
ausencia, cosa que, paradójicamente, los hace más potentes, más misteriosos. En
resumen, deslumbran por aféresis, por su anulación exprofeso, recordándonos el
temor visceral a la nada en estado puro, al signo que hiere y mata, a la
capacidad destructiva de lo sagrado, que usualmente necesita filtros para
manifestarse.
Ellas abrieron el
espectáculo
tocando a dos
violines La Bella Cubana
de José White.
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Por otro lado,
Horror vacui establece punto y aparte
con la apabullante monumentalidad que caracteriza a gran parte del arte actual.
Es como si el artista nos recomendara volver los ojos al oficio benedictino, al
trabajo concienzudo del artesano copista o del iluminero monacal, capaces de
recrear el mundo entero con pigmentos y pinceles sobre un trozo de pergamino
púrpura. Solo que él lo hace desde una perspectiva contemporánea, aunando rigor
conceptual y destreza técnica para manifestar lo sublime sin desacreditar el
oficio pictórico, cuestiones que Hermes ha venido trabajando con acierto desde
hace algún tiempo, y ahora retoma una vez más, embebido para siempre por el
espíritu medieval que aún caracteriza a la antigua villa del Espíritu Santo.
*En el botón Arte Visual pueden encontrar las fotos de las pinturas.