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1ro de mayo en Nürnberg, Alemania

Hoy fue un día especial. Segunda vez que participo en un desfile donde los derechos de los trabajadores son sagrados.

La primera vez fue un tour por la democracia y su demostración visual, como una película en 3D;  esta segunda fue con la certeza de estar en un país con una excelente plataforma por los derechos de sus ciudadanos, que de una forma u otra, pueden reclamarlos y luchar por ellos.

En Alemania, manifestarte, desfilar en protesta por el stablisment o por cualquier cosa que se te ocurra, es totalmente legal.

La policía está a la expectativa, esperando a que algún protestón tenga problemas de salud, o falta de agua o alimentos, y rápidamente acude a resolver el problema.

Hay frikis, punks, gays, comunistas trasnochados, izquierdistas y derechistas convencidos, gente de centro que lucha por sus derechos laborales, gente a favor y en contra del panorama mundial. Todos están legalizados, y son protagonistas de su momento, de forma tan fácil, que a veces asusta tanta libertad.

He visto a par de individuos exhibir la bandera de 26 de julio, alemanes soñadores, claro, y he visto a otros pronunciarse a favor de Israel o Palestina, unos a favor de los extranjeros y otros en contra.Todos tienen el derecho a manifestarse.

La democracia es una asignatura que los cubanos debemos aprender; han sido muchos años aplaudiendo a un solo pensamiento y a un solo partido; hemos sido obligados a cantar los logros de una ideología carente de futuro, perdiendo el tiempo dando loas a un sistema que no nos mostró la verdad: todos tenemos el derecho a ser como queramos, sin miedo y sin trabas a exponer nuestros sueños libertarios.

La sociedad perfecta no existe porque los humanos somos una especie improvisadora y cambiante, pero si algo se acerca al sueño de libertad y de ser lo que realmente soñamos, no lo será jamás un sistema corrompido y diseñado para que alabemos al gobierno y al partido político único. Sería saludable para todos, que la máquina propagandística cubana viera esta explosión del pensamiento popular en un país que se liberó de un sistema totalitario hace varios décadas.

Marchar en Cuba el 1ro de mayo significa estar obligatoriamente a favor del gobierno, caminar como carnerito sin chistar, aunque sepamos de la corrupción, de los sueños rotos, de la miseria económica y espiritual, de tantos perseguidos, acosados, de tantos prisioneros por pensar diferente al tutorial que nos han obligado a leer de carretilla.

He visto a gente rota gritar en las calles de Nuremberg; hay gente rota en todo el mundo, pero las roturas en mi país están prohibidas, de manera que da tristeza estar aquí, celebrando el día de los trabajadores en Europa, sabiendo que en Cuba es una farsa.

La comparación es clara: aquí, si quieres ir a protestar, aunque tu protesta sea en contra de tu empresa, el sindicato te paga el salario y asume la responsabilidad en caso de que  tengas algún problema en la marcha. En Cuba estás prácticamente obligado por tu centro de trabajo y por un falso sindicato que no responde a tus necesidades porque es un apéndice del PCC, a marchar simulando felicidad personal y colectiva, y el comité de base de tu trabajo estará atento por si osas protestar y manifestarte en contra de cualquier punto que sea responsabilidad del estado, y todo es el estado.

Vamos a jugar, hagamos una apuesta: que en Cuba se permita la libre manifestación popular, a favor y en contra, sin acusar a nadie de mercenario, ni confundido ni odiador. 

No, no se atreven... es mucho.

Pido libertad para los presos políticos, apertura nacional para que todos podamos decir nuestros criterios sin miedo a ser vistos como parias. Pido el cese de la represión y el acoso a los que, a pesar del peligro, alzan su voz con valentía. Pido total libertad de expresión y una prensa que esté de parte del pueblo y no del Partido Comunista. 

Pido un país inclusivo, donde todos podamos comulgar sin miedo a los chivatos pagados por la maquinaria. 

Pido libertad para Cuba.