Biblioteca

Juan Carlos Recio.
(Cuba 1968) 

Sus poemas y narraciones han aparecido en papel y digital en Canadá, Estados Unidos y España, así como en varias antologías. Fundó en Estados Unidos la Biblioteca Visual de autores cubanos, que recoge en videos las obras de poetas y narradores de su país natal.
Antes de emigrar a Estados Unidos, ejerció el periodismo independiente, lo que le valió una temporada en las cárceles cubanas.
Fue declarado prisionero de conciencia por amnistía internacional. Tiene cuatro libros publicados.


No te confundas

“Oh, extraña sensatez de la locura
que me permites contemplar sobre estos muros
el tembloroso ángel que anda en mí
apuntalando esta perpetua imagen de la miseria”.

                                                Adalberto Guerra.

Para María Cristina Garrido,
poeta presa política del 11 de julio del 2021.

El hambre del perro
la sombra del hambre
el árbol del granizo
el puente sobre el arroyo
la pintura de El expolio
la sangre del destino
donde Cristo vio
que el pecador era de su espina
y decide en el instante final
llevarlo al cielo.

Las promesas del paraíso hacen la inmersión
del alma al blanco de los ojos;
tierra de la vastedad sin frutos,
la traición a Huidobro
el velo de un hombre inquisidor
que se apoderó de Rimbaud
y las cortes de su mente
donde se inculpaba
a los muchos condenados de abajo
por sus arrogancias
por la pasión donde se pernocta a un ángel
y luego en  una pradera
regresa el perro que ladra a los extraños
que fueron utilidades muy altruistas
antes de incendiar un ala,
las disquisiciones de un hombre ciego
que miraba sobre un mirlo
el aureola de su luz
como lo hace un condenado
con la venda ante el mismo destino
en su resurrección que ha sido
la práctica de su entereza;
disquisiciones en torno al pan del pueblo
la glorieta con la banda de concierto
y la filarmónica que fue
el labio cosido de una mujer sin mundo
que decidió narrar su viudez;
la sombra de Céfiro en la noche.

Los días,
destinos finales de un tren de vida
en la estación donde arriban
los que siempre regresarán a sus mortuorios;
del que fueron sacados
igual que los estudiantes de medicina
delante de una estatua
que fue la conversión en sal
de una República que nos ha impedido
inmortalizar el mundo interior
donde Descartes aludía
a la severidad de la justicia
y los castigos que ya he escrito antes,
y la marca de mi mano con su estaca,
la soga
la rondaba
el mundo que gira
sobre el altar de una gloria
y aquella zanja en la distancia
donde la tristeza de Martí
es aún una afrenta
de un pueblo que llora en lo viril
mientras el yugo de la estrella
sin iluminación los mata.

Los  días los cojones el hambre
y la ruta donde girará siempre
la mente de Da Vinci
con el impudor del cinismo
por el que su falo dibujaba
las carencias del entendimiento
y donde Julieta baja
hacia el perdón del veneno;
la sombreada pesadez
con la que el poeta Adalberto Guerra
hizo las variantes más diversas
de la misma sombra en la que un hombre
es todas las veces  lo que produce
desde su rima
la poderosa imaginación
el peso de la existencia
y donde una madre que no ha muerto
recupera a la tuya
como Alfonsina vista en la inmediatez
de un agua bendita
que a a Sor Juana la tuvo
de penitencia en una celda
por pensamientos
donde el amor sublime era prohibido.

La sed de esta ignorancia
desde donde los veo
como al Pan de Matanzas
en esa lejana inocencia
donde Heredia nos mostraba su himno.

Adiós Adiós a estas armas
donde la pasión se ha secado
como la hoja con la que un indio
puso en la coca el devenir
de una imaginación que de suerte
nos lleva sobre los cabellos de paja
de una mujer que sin ser Grajales
ahora mismo puede abortar
contra la falte de  luz ,en una mazmorra.

Los días que son
donde el silencio es
la última tentación sobre nosotros mismos.


De su mundo raro como el bolero

Ella está muda y su quietud
es la caída de un agua
en un suspenso que además no existe.
El cuerpo tendido boca arriba
es la misma caída
pero esta vez se ha quedado
microbio de un hielo
al que irán a investigar
así como se extirpa un demonio
que pudre la carne y lacera
los instantes en los que ellos
pasaron su insulsa vida
entre un gesto y otro
que los desenterró de lo inicuo.

Ella dijo que amaba su aliento
mientras dormía
y trato con inutilidad de convencerlo;
a veces nos tratan de intimidar
mientras uno yace inconsciente
y lejos
en esa  línea donde todo y nada
es no estar para los demás
ni siquiera en su duda de la caída.

Un cuerpo silente que deshace
ese ritual donde el amor del otro
nos hace importante
como si el nuestro fuera
un desaparecido
un invisible que pasa
sin que nadie le mire
y luego la calle termina
y después queda el final
de las cosas que solamente
regresan para que tomemos
el pecado de la lástima.

Ella dijo que interpreta
el sueño de sus palabras
y que prefería oírlo maldecir.
Hace horas
que el cadáver ha dejado
la tibieza de una huella
como la mueca de unos labios contra un cristal
como en esas ocasiones
donde no se acepta
el último adiós de una despedida.

Ella sigue ahí, mientras me fumo,
la incontenible presencia
de lo absurdo
y doy bocanadas y fuera del cuerpo
la miro sin que padezca
de su mundo raro
como la lágrima del bolero.
El cadáver y ella
me recuerdan a muchos conocidos.


Hay algo grandioso afuera

Regreso al amanecer sin dádivas
la chica que se trepó en la barra
tenía los ojos tristes.
Me he puesto al arribo, 
un sombrero al revés
voy de pesca
quiero atrapar  algo inaudito
que sea insuperable
y mi cabeza se llene de luciérnagas
cada luciérnaga en mi cabeza
es un fósforo por arder
ardo en deseos del peso
de eso grande que tendré
con los mismos ojos abiertos de la duda;
quiero que la chica que bailaba
sea el algo grandiosa con los suyos afuera,
aunque el sombrero solo cubría
parte del cielo en la barra
ella solo abarcaba  un elemento de mi obsesión.

Sobre  sus ojos estaban algunas de las ilusiones
que pudieran darme mejor vida;
y mientras camino hacia el lago
tengo la sensación de que el enigma
es lanzarlo al agua sin regreso.

Cuando llegas a casa de bailar toda la noche
es un día donde no responderás nada
tampoco soportas
a los que evitan sombreros o máscaras;
ellos no miran a una chica que baila
en la cuerda floja
de lo que ejercita para sus estudios.

He mentido siempre sobre el nuevo día
era quien bailaba detrás de un bar,
descalzo
           con lo salubre  de la laguna
con los bordes de lo inaudito
sin ninguna solución para advertirles,
y regreso con el ruido del motor que atraviesa
la densidad en la que me he echado a volar,
miro con los ojos de un algo grandioso
que baila
que tal vez no bailaría sobre ella
porque sus ojos estaban solo
sobre algo inaudito que no pertenecía al recinto.

Este poema no  es nada
habla de algo grande que quiere ser atraído
ustedes se mecen idiotas con su Dios  en mano
se muestran enormes en sus esferas
solo que no recuerdo si quien bailaba descalzo
era un ademán con el que una muchacha
del hombre que fue
es  una especie ahora pensante
de vigía en la soledad
de un ruido mientras ustedes hablan.

En la laguna hay un hombre que no existe
comenzó a instalarse con su vara
y la música tenue de la radio
tengo una postal vendida en el barrio chino
hay un hombre que pesca con un sombrero
alrededor las matas de arroz
parecen los granos de una ilusión que se fuga
he mirado a este hombre que no existe
mi observación
lo hizo ver hundiéndose en su rutina.

Llegué a casa con una idea enorme
que se deshizo,
y ya no quiero olvidar los ojos
de una mujer que puso, allá en la barra,
hielo en mi vaso,
ya no deseo masticar el polvo
de ninguna otra sensación amarga
sobre un elemento de vicio,
ya no estoy con el sombrero al revés
solo cruzo la puerta que da al aire del océano
y comprendo que allá afuera
es donde se esparce ese algo grandioso
por el que no recuerdo
cuándo salí en su búsqueda.

Un pensamiento se acaba en el olvido
hay hechos que no se olvidan
ni con la memoria de la sangre.


Mi hija ya no está en casa

La extraño en la forma que no la extraño
siempre tuvo un pie en esa escalera
ella se parece a la discusión
en la que me enfrascaba sobre el horizonte
no me gusta me discutan
si tengo derecho a describir solo
aquello que imagino ver;
mi hija se montó en su espíritu
a veces siento que es una línea
que atraviesa una lejanía
desde la palma de la mano
por la que Dios marcó surcos al destino
nunca he puesto otros cortes
sigo la ruta de lo que a toda vista se pierde
mientras el círculo de la espera
crea la expectativa de lo inerte.

La hija mía que también es la de mi ex mujer
relanza su evocación cuando trafica
con esa dosis potencial de la soledad
se mira siempre en el brillo de sus ojos
una costumbre familiar
nunca entenderé alguna señal que la regrese
espero lo de mi consentimiento a lo real
no interfiera en la enseñanza que puse
sobre aquella frase donde mis ojos lloraban
no siempre se vive en un carnaval;
le dije que no necesitaba ser domesticada
que ningún dibujo le daría
alguna huella para ser oveja.

Recibo sus oraciones día y noche
y me siento de surco abierto
que luego van a tapar con la semilla;
una vez crucé un girasol sobre su frente
no paraba de reírse como si supiera
es la niña por la que mis ojos vacilan
cada minuto que me falta el aire
en la que yo tenía  esa bailarina en el pecho
que mostraba orondo
sobre el cráter de su incondicional.

Mi hija siempre ha sido un tren
encima va de fragua
la causa de los que emigran
miro a través de las plantas la vida que cuelga
tengo recuerdos suyos que no los puedo narrar
uno no desea que también se escape
aquello que ha fusionado con lo que sueña
no quiero tenerle rencor en las veces
cuando le he fallado y depongo
estas armas con las que estoy dispuesto
a quitarle la vida a un contrario
con esa oculta rabia de quien cose
el sentimiento por el que se añora
tener a la niña que corre puerta afuera
y vas con la cámara y el flash
desde esa secuencia lógica
            que asume su belleza.

Hija mía, alumbra la patria que no tengo
en esa línea de la felicidad
acomodo las escaleras que bajen
esos cielos, desde hace mucho han visto
las lágrimas con las que mis ojos
podan los frutos de una malcriadez
en la que de bohemio a loco
todos me conocen por amolar los cuchillos;
abro cada amanecer una puerta
que la palma de la mano te pueda destinar
y voy y regreso a los surcos que imagino
en espera, no sea demasiado tarde
para echar las certezas de esa huida
que aún pesa
en un corazón cargado de múltiples alforjas.

_________________________


Anaivis Cáceres

(Sancti Spíritus, Cuba, 1972)

Poeta, narradora, licenciada en Estudios Socioculturales. Ha publicado los poemarios: Fragmentaciones del silencio (2020), Retazos, (2020) Secuelas del caos(2021) Los años del insomnio(2022), Almost 90 days (2023), Manual del inadaptado (2024).

Tercer turno

No cierro el portón pero apago la luna,

la jauría,

lamentos en la noche.

Sintonizo ronquidos y el chasquear de

rodillas,

la falsa pared,

los gemidos del sexo,

hasta el enfisema de la madrugada.

El insomnio es herencia,

huella dactilar de cada verso,

galería de voces sin diagnóstico,

la pérdida del numen

// la muerte del poeta.

No pido ayuda ni reclamo el perdón,

tardo más de una vida en devolver monedas

y escapo entre la niebla a prender los faroles.


Sacralidad

Empieza de una vez a ser quién eres,

en vez de calcular quien serás.


Franz Kafka

Cerca del firmamento pernocta el artesano,

cae sobre la mesa un verso que se enreda en la

bufanda y el snob,

provoca una disputa entre la fluidez y el vuelo.

Llueven textos huérfanos de garra

golpean el asfalto sin figura ni ingenio.

Siluetas de polvo en la palabra,

hojarasca.

El mercenario se imagina luz.

Me recuesto a un promontorio de poetas extintos,

el desastre salpica.

Kafka, salva un poema

y dispara al rostro del farsante, el último reproche.


Mientras camino

se activa el pulso de los que sueñan,

llegan

noticias de ultratumba,

mensajes del próximo segundo;

(futuro que atesoro)

Cae de una ventana un ramo de hijos

que se confunde con la brizna,

pierden el camino,

la pelea,

la posibilidad de anidar algún vientre.

Intento traducir el idioma de las puertas.

Una puerta puede ser; umbral del tedio,

diseño que malogra bienvenidas,

un toque de tambor,

la novela de un amigo,

Identidad de una generación en ciernes,

un lienzo de nudillos que se rompen,

escudo contra los malos ojos,

posibilidad, castigo.

Escucho el lamento por los cambios

del tiempo,

el color de la entrada,

los gemidos,

discusiones que no llevan acuerdos,

golpes en la pared que un día pintaron.

Pasan como imágenes de un tren en marcha;

historias de soledad,

celebración y dudas,

pérdidas,

arrendamiento.

Toco la aldaba que resguarda la prisa,

las malas elecciones,

mentes en blanco y negro,

las promesas,

el filme de Giroud,

mientras una ráfaga que no espera respuesta

desentraña el silencio del último portón.


Imperio

Digo NO

y pago el precio de marchar

contra el mediocre,

la multitud,

el fracaso,

la certeza.

Vendo la Patria en un frasco de lluvia,

un seguro de muerte en papel de regalo,

1/4 de neurona.

Soy todas las manos,

errata en el discurso,

boceto de mujer,

una X,

o tal vez

el silencio de un poeta que no existe.


II

Ensordece

como la ficha que bloquea el partido,

una cuenta sin fondo,

soledad.

Paraliza

como sonido de ultratumba,

alarma de guerra en medio de la plaza,

empacho de apatía,

olvido.


III

Invita a curar soledad y resaca

con el morbo pegado

al hasta luego,

como escuálido de un relato

que no escribe.

Invita a catar cicatrices,

tatuajes para arrepentidos,

especias de lejana geografía.

Se niega la entrepierna,

cae de bruces una verdad sin causa,

y la boca de siempre

muere

en el último sorbo de pasado.


IV

El silencio es la cruz,

resbalan por él

los clavos,

el veneno,

la gloria.

Gruta del impostor que enmarca

el premio,

explica versos que no le pertenecen

y escoge morir el día de la resurrección.

_________________

 Selman Danay Real (Lucy)


Bastardo

 

Informe: Laura

 

Camino por la calle. Mi vestuario es sencillo; un vestido negro por las rodillas y con algo de escote y unas botas. Es algo que no llama la atención pero para cualquier hombre eso es más que suficiente para lanzar uno que otro piropo de mal gusto o desnudarme con la mirada.

 

 Son las 10 de la noche y estoy de camino para mi casa. Siento que un hombre me sigue; hace dos cuadras atrás me grito que "me había vestido así para provocarlo, que iba a ser su puta". Me detengo y noto que se detiene, me doy la vuelta y miro hacia su dirección, está a una distancia razonable de media cuadra, disimula encendiendo un cigarro, doy media vuelta y sigo mi camino.

Vuelvo a notar que me sigue, parece que no se va a cansar, tomo mi teléfono y envío un mensaje a mis hermanas que dice:

 

"B" calle Clinton, punto muerto

 

Guardo mi teléfono en un  bolsillo de mi vestido y acelero el paso. El acelera el paso junto conmigo, la verdad es sólo la 4ta vez que me pasa, aún tengo un poco de nervios. Estoy cerca del callejón y corro. El corre detrás de mí y me agarra arrastrándome, me tapa la boca e intenta levantar mi vestido. Se saca el pene e intenta bajarme la ropa interior. Forcejeo por un rato para que no lo haga, hasta que veo a lo lejos 4 personas caminado y lanzo un grito. Me ven y una de ellas saca una pistola y dispara dándole en la espalda al hombre, que cae desmayado. Son mis hermanas que vinieron a por mí. Le habían disparado un dardo tranquilizante y entre las 5 cargamos al hombre a la furgoneta y nos lo llevamos. Al llegar lo pusimos entre todas en la mesa de tortura y lo amarramos bien. Mis hermanas me felicitaron, con sólo 15 años y ya atraía al 5to "bastardo", yo también estaba orgullosa de mi misma aunque admito que al principio estaba algo nerviosa. Nos sentamos, como es costumbre, alrededor de la mesa de tortura a esperar a que el "Bastardo" despertara. Hoy por primera vez podré torturar a uno. 

Mientras esperamos mi hermana mayor nos vuelve a contar la historia que tanto amamos, la de su primera víctima, nuestro papá, que cuando era niña abusaba de ella. La admiramos mucho porque se reveló con sólo 10 años y le cortó la garganta mientras la intentaba violar otra vez, pero esa fue la última vez. Desde ese momento creamos esta tradición familiar, cada mes salimos y cazamos un "bastardo" ,los torturamos por 6 días y luego se los damos de alimento a Lina y Lena, nuestros dos perros, que los despedazan vivos. Es genial escuchar sus gritos de desesperación, creo q eso es lo que me ayuda a dormir luego en la noche. Odio elaborar este informe pero dice mi hermana que es necesario, que es como un diario, un recuerdo de cada uno de mis "bastardos". 

Una de ellas es policía, la mayor, Diana y busca los antecedentes de la persona en los archivos. Camile es médico y se ocupa de que la víctima no muera mientras la torturamos, Samantha trabaja en el cementerio y crema lo que queda de los cuerpos y luego los ponemos en una vasija; Jessica es abogada, ayuda  por si se presenta algún inconveniente y yo, yo estoy estudiando para ser psicóloga cosa que a ellas las decepciona un poco. 

Ya despertó, me tengo que ir, esto va a ser emocionante, ya mi hermana mayor busco el equipo, por lo visto empezaremos encajando agujas en su pene.

Fin del informe

 

Laura informe del día 21 de abril de 2050

Hora de inicio: 22:00 pm

 

Hora de finalización: 00:30 am 

___________________


Ibis Martín


Gray november


Los flamboyanes del patio
las ardillas
la hierba recién cortada
los nísperos
cada piedra
los lagartos
el gallo del vecino
todos fueron cómplices
fieles testigos.

El día más temido apresuraba el paso.
Los discursos
juramentos
sacrificios
esperanzas
se esfumaron/ con un chasquido de dedos.

Como el canto del sinsonte fue su amor.

Ninguna plegaria funcionó
Dios fue sordo/ cruel
sólo quedó sitio para el odio.
Las desgracias venideras
no podrán igualarse.
Ya nada será peor.
Él sabía que se iría pronto
y me amó como a nadie.


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Milho Montenegr


 Poemas tomados del cuaderno EROSIONES, Premio de Poesía Pinos Nuevos 2017


Tiempo del regreso

Y los muertos de mi familia regresan (…)
José Kozer

Era el tiempo del regreso/ Retornábamos a la casa de nuestra niñez/ aquella de tantos muertos abandonados a la herrumbre del silencio/ aguardando siempre un ramo de flores/ una oración/ alguna señal para no saberse solos/ ahogados en la nostalgia que se ha expandido como horizonte/ Partimos hacia un destino que creíamos asible (algunas evocaciones permanecieron en la marea de la espera)/ pero la casa no resultó sino imagen incomprensible/ No hallamos ningún retrato en la pared/ reverencias ni sonrisas como presagio/ Fuimos sombras que nadie recibió con rituales de júbilo/ En el tiempo del regreso vislumbramos nuestra condición de hombres más muertos que los muertos: ¿quién ofreció una plegaria/ un ramo de lirios para sabernos recordados/ herederos todavía de algún sitio a pesar de la ausencia?/ En el retorno no hubo más que la declinación de lo que alguna vez fue cardinal/ sepultando nuestra identidad entre las ruinas/ La misma ciudad parecía otra/ en ella fenecieron los recuerdos de la infancia/ fueron devorados por el musgo y la humedad/ su lucidez no fue suficiente para retener el sonido de estos nombres que hoy apenas son hilachas/ El acto del regreso —lo comprendimos en un golpe de pérdida— es afán de aquel que se marcha/ dejando atrás una duna elemental de fragmentos de sí mismo y/ procurando disiparlo/ vuelve siempre sobre una cuerda floja/ mientras el viento de la incertidumbre amenaza su equilibrio.



Límite

El enfermo padece/ sus quejidos se estancan —como polvo— sobre cada superficie/ rastros de tormento infectando la ilusoria quietud del sanatorio/ La cicatriz en su vientre supura consternación/ el vacío del órgano que ahora falta (una mano ajena arrebató aquello que pretendió siempre suyo)/ Por dentro es otro/ donde antes hubo flujo de vida ahora germina oquedad/ El enfermo soporta sus huesos y excrementos/ lo que disfraza la sonrisa del cuidador/ su tiempo que cuelga de una esperanza tan hueca como él mismo/ La espera es el diagnóstico más terrible: angustia que ninguna mano puede extirpar/ Sobre todo cuando comprendes que la vida es límite/ hilo podrido siempre a punto de quebrarse. 


    Las putas y el amor


 "Lo peor de la soledad es la forma".
Lourdes González

Una puta es una mujer con un propósito/ con tu espina dorsal y tu nombre erige las catedrales del placer/ imperios donde convergen rivales y adeptos/ Su cuerpo es címbalo/ origen de los misterios/ Ella se expande/ se hace luz/ Siempre habrá una mano que le extienda un pedazo de cielo/ un poema/ una isla/ En su vientre guarda los conjuros y la mística de los siglos/ allí beben como títeres de una sed rota monarcas/ plebeyos/ ególatras/ Una puta es una mujer que no ama/ que niega —al menos— tal acto/ El amor es un sentimiento-trampa que no pueden permitirse/ por eso están solas/ Mujeres tristes como un guijarro/ una estrella/ un cadáver/ Mujeres solas como yo.

Paria

Mi voz fermenta en el desprecio de la noche/ El mundo me abortó/ desterrándome a donde sólo florece mi espanto/ En este cuerpo yace la sombra/ restallan lamentos contra el vacío de esos huesos con que imploro a dioses absurdos/ seres que jamás voltean la mirada para no saber/ Fustigan las horas/ hunden su filo de luna en estas sienes/ abriendo estrías/ viciando como escarcha que coagula los ojos del ciego/ La celda es ámbito de malditos/ insidia para adjudicar el quiebre/ la torcedura/ Ya no habrá ceremonia que arroje consuelo alguno/ mi nombre sirve de alimento a insectos que procuran el desamparo/ cuelga de los hierros que me separan de la realidad (afuera todo fluye a pesar de mí)/ La sentencia corroe el ímpetu de los augurios/ todo artificio ante la espera/ Aquel que fui un día me abandona/ en el hueco de la incertidumbre desvanece. 

       Cuestión primigenia

¿Qué ofreceremos a los que pronto regresarán/ con qué disfrazaremos las paredes agrietadas/ los montones de cal caídos al suelo?/ Aquellos vuelven en busca de los abrazos perdidos/ del lugar que el tiempo les robó en las fotos familiares/ Retornarán con otros cuerpos y otros rostros/ los que regresan jamás son los mismos/ Nosotros/ los quedados/ tampoco somos los de ayer/ ¿Con qué gesto/ con cuál sonrisa adornaremos el saludo para el reencuentro?/ Ellos esperan siempre lo mejor: nuestro lugar en la cama/ la habitación más espaciosa/ las sábanas blanquísimas/ Sentados a la mesa compartiremos un buen café ―comprado a la revendedora― mientras platicamos sobre la muerte de los viejos y hasta de la agónica ciudad natal/ Lo pondremos todo a su disposición/ que no haya una queja/ no se critique el trato/ los esfuerzos indecibles/ Pero antes está la cuestión primigenia: de qué manera/ cómo poder construir para los que pronto vendrán/ el hipócrita escenario de la complacencia.

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Evgeny Grebenka 
Poeta Ucraniano (1812-1848)


Ojos Negros

Очи чёрные

Очи черные, очи страстные
Очи жгучие и прекрасные
Как люблю я вас, как боюсь я вас
Знать, увидел вас я в недобрый час
Ох, недаром вы глубины темней!
Вижу траур в вас по душе моей,
Вижу пламя в вас я победное:
Сожжено на нем сердце бедное.
Но не грустен я, не печален я,
Утешительна мне судьба моя:
Всё, что лучшего в жизни бог дал нам,
В жертву отдал я огневым глазам!


Ojos Negros

Ojos negros, ojos apasionados
Ojos ardientes, hermosos
Cómo os quiero, cómo os temo
Tal vez os conocí en un momento maldito
Oh, por algo sois más oscuros que lo profundo del mar
Veo en vosotros el duelo por mi alma
Veo en vosotros una llama de victoria
Consumido en ella, un pobre corazón
Pero no estoy triste, no estoy triste
Encuentro consuelo en mi destino:
Todo, lo mejor que en la vida Dios nos ha dado
Os lo sacrifico, ojos de fuego.

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Jamila Medina

Wonder Wall

Esta mañana
nos han alzado el muro
una veta de oro
un paredón
una emboscada
una barra de vinil escarlata
donde espiar la cocina mientras bebo
la barricada de nuestro propio mayo.

Por ahora
hemos congelado a tu abuela
en una posición muy barata
recostada en la meseta
asando el pimiento verde
y en nuestra celda mortuoria
se escucha insistentemente el ramalazo
flashflash
de las posiciones prohibidas del Kamasutra.

Emparedados en la tumba nupcial
espantando la canícula
hacemos girar las aspas
de los ventiladores de pie
de los ventiladores de cáñamo y de mano
de los ventiladores de techo y de pared.
tu casa era muy amplia
con puertas grande que encerraban
otras puertas pequeñas
cómo llegábamos a este laberinto.

Esta noche
hemos decidido decorar el túmulo
con los grabados de Berlín
con los grafitis franceses
con elbajío de cruces de la Muralla de la Tortilla
alegremos
estos muros gris rata
podríamos
hacernos el amor y no la gue-
recordando la Gaza sangrante
el corcoveo de toros y de gallos
de las vallas de Ceuta y de Melilla
la catedral de la vergüenza.
Pero más sofocante es pervivir:
la procreación
reptando en nuestros cuerpos
como cadáver húmedo.
Abajo el vino añejo
de la muralla de La Habana
el muro de Adriano
la Muralla China
el Muro castigador de los lamentos.
Vamos
a la barrera de fuego
al afilado borde de la Cisjordania
mejor la intensidad del pabellón de púas
la eterna
la fervorosa búsqueda del aire.
Por ahora
la inmigración ha sido
entre la cocina y la sala
que hemos llamado el cuarto
y tu abuela
recorta el pimiento rojo
mientras sofocas con tu cuerpo mis gemidos.

Qué deseos
de extender mis dominios hasta el refrigerador
de orinarme en la cama
o bajo el blanco dintel
antes que den las doce
de sentarme desnuda en la meseta
mordiendo el frío
del azulejo en la espalda.
Brinca en el aire la cuaresma
¿no te apetecería
un coctel molotov
derrocar
algún pequeño magnicidio
hacer saltar dos minas
con la punta del pie
atravesar la pared con el rabo del ojo
del ciclón?

Esta mañana nos han alzado el muro
por qué n degollar al carpintero
escupir los pimientos
extender
nuestro techo de vidrio
hastala luna de enfrente.


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Seis poemas de Héctor Miranda

(Del libro Manual de las Brujas)



ABIGAÍL  I

Si el río atravesara mi ciudad
Tocara en mi puerta con sus dedos de fango
Si mi amigo muerto floreciera en su orilla
Y el tren pasara lento por mi calle,
En mi patio rieran las novias que no tuve
Los locos que no fui durmieran en mi mesa;
Pero sólo hay un hombre detrás de su ventana
Un tipo que quiere aprenderse tu rostro
Y darlo a comer a las gaviotas,
Sombra que quiere aprenderse tu sombra
Sólo un insecto doble en su garganta
Mi madre agonizando sin conocer tu cara
Su hija con los pulmones destrozando a puerta
Donde se pudre el aire…
Y Metratón no viene a salvarlo de nada
Y Asmodeus sentado en su vientre sonríe
Y sus amigos todos almuerzan y fornican.

Si el tren pasara lento por mi calle
Y el río atravesara mi ciudad.
Si alguien viniera ahora.


ABIGAÍL III

Abigaíl, yo creo que nací con tu sombra
Que ya en el vientre tibio de mamá me dolías
Que ya era carne y sueño antes de que tocaras
Mi piel, como pidiendo que nunca más riera.
Abigaíl, sospecho que mis entrañaste quieren
Desgranar mis manos sobre el pelo
Lástima que mamá nunca te vio desnuda
Ella que tanto amaba el amarillo del otoño
Ella que vio la oscura certidumbre del agua
Cuando soñó de pronto para no verme muerto,
Te espero como siempre sentado en la ventana
Enseñando a leer con tu nombre a los ciegos.



Abigaíl VI


Haremos el amor sobre el filo de un hacha
Tú cerrarás la puerta que ahora golpea en mí
Gritarás en mi pecho, yo reiré en tu sangre
Y la noche será  todo boca sedienta
Dormiremos en chorros de sudor luminoso
Parirás un planeta en cada hueso mío
Impúdica ceniza de pie contra los árboles
Lento pulso del pubis cayendo sobre el sol
El charco de la calle ansiará nuestros cuerpos
Para aplacar su grito de no ser nunca el mar.
Caerán los relojes con el golpe de un beso
Pequeña, animal mío de aliento enfurecido
Garnier nos mirará con un ojo cerrado
Y explotaremos juntos, como en una canción.


(Del libro Lluvia de Noviembre)



Canciones sin palabras

En qué tiempo yo fui
Sustancia de otros cielos,
Naranjo tembloroso,
Oscuridad de nube.
En qué país ignoto
Repetí tus palabras
Y anduve con tu gracia solidaria,
Y otros besos besé
Con tu boca de ahora.
Dónde estarán, di tú,
Las lágrimas de entonces

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Aquí se siente, amor,
Aquí se siente el humo
De tus manos recién hechas palabras.
Aquí el color de ti hace un ruido pequeño
Como de alas con frío,
Como un niño dormido.
Aquí amor, se sospecha, se barrunta, se sabe
Que has entrado a la luz
Como quien ha partido de regreso a sí misma,
Como quien desde lejos con su amor nos ampara.


Leyenda del despistado

Salió una vez de casa con el pie equivocado
Y ya no pudo más creer en los amigos
Ni tener buenos sueños debajo de la lluvia;
Se tropezó en la calle con un gesto olvidado
Y conoció de nombre y de palabra
A una puta imposible que se comió sus flores
Y lo dejó temblando, tomando alcohol del malo
Con el último muerto que se hospedó en su casa;
Orinó sin saber allí donde termina el arcoíris
Y se quedó, muchacha, para siempre con los ojos de Alicia
Cuando en Dios hace frío.

___________


Alcides Herrera
  

Canción en Coral Gables

 
Cuando ponga en tus manos mi alimento,
un sol rojo, distinto a la conciencia
de mirarle correr entre las nubes,
te dirá lo que yo: que no te mueras,

que te compres un piano, que te asomes
al balcón en las tardes y hagas cierta
mi alegría, señora, y me la cantes
al oído, diciendo: no te mueras.

Cuando ponga en tu mesa lo que sé
y en tu cama la noche y en tu feria
una rosa futura, casi roja,
entraremos al cielo de la tierra.

La canción, las palabras de este mundo,
el milagro secreto de saberlas,
repetirlas en Brooklyn, recordarte;
todo tiene tu nombre. No te mueras.

Cuando toques el piano, lloverá
sobre todo en Calabria, sin la pena.
Un sol rojo, corriendo entre las nubes,
pasará por el cielo de la tierra.

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Cinco poemas de Leonard Cohen
Del libro Vamos a comparar mitologías (1956)

 "Poem"

I've heard of a man
who says words so beautifully
that if he only speaks their name
women give themselves to him.

If I am dumb beside your body
while silence blossoms like tumours on our lips
it is because I hear a man climb the stairs
and clear his throat outside our door.

"Poema"

Supe de un hombre
que dice las palabras tan maravillosamente
que con sólo pronunciar sus nombres
las mujeres se le entregan.

Si estoy mudo junto a tu cuerpo
mientras el silencio florece como tumores en nuestros labios
es porque oigo a un hombre subir la escalera
y aclararse la voz al otro lado de la puerta.

 "Gift"

You tell me that silence
is nearer to peace than poems
but if for my gift
I brought you silence
(for I know silence)
you would say
"This is not silence
this is another poem"
and you would hand it back to me.


"Regalo"

Me dices que el silencio
está más cerca de la paz que los poemas,
pero si como un regalo
yo te ofreciera el silencio,
(porque yo sé lo que es el silencio)
tú dirías:
"Esto no es el silencio
es otro poema",
y me lo devolverías.

 "You have the lovers"

You have the lovers,
they are nameless, their histories only for each other,
and you have the room, the bed, and the windows.
Pretend it is a ritual.
Unfurl the bed, bury the lovers, blacken the windows,
let them live in that house for a generation or two.
No one dares disturb them.
Visitors in the corridor tip-toe past the long closed door,
they listen for sounds, for a moan, for a song:
nothing is heard, not even breathing.
You know they are not dead,
you can feel the presence of their intense love.
Your children grow up, they leave you,
they have become soldiers and riders.
Your mate dies after a life of service.
Who knows you? Who remembers you?
But in your house a ritual is in progress:
It is not finished: it needs more people.
One day the door is opened to the lover's chamber.
The room has become a dense garden,
full of colours, smells, sounds you have never known.
The bed is smooth as a wafer of sunlight,
in the midst of the garden it stands alone.
In the bed the lovers, slowly and deliberately and silently,
perform the act of love.
Their eyes are closed,
as tightly as if heavy coins of flesh lay on them.
Their lips are bruised with new and old bruises.
Her hair and his beard are hopelessly tangled.
When he puts his mouth against her shoulder
she is uncertain whether her shoulder
has given or received the kiss.
All her flesh is like a mouth.
He carries his fingers along her waist
and feels his own waist caressed.
She holds him closer and his own arms tighten around her.
She kisses the hand besider her mouth.
It is his hand or her hand, it hardly matters,
there are so many more kisses.
You stand beside the bed, weeping with happiness,
you carefully peel away the sheets
from the slow-moving bodies.
Your eyes filled with tears, you barely make out the lovers,
As you undress you sing out, and your voice is magnificent
because now you believe it is the first human voice
heard in that room.
The garments you let fall grow into vines.
You climb into bed and recover the flesh.
You close your eyes and allow them to be sewn shut.
You create an embrace and fall into it.
There is only one moment of pain or doubt
as you wonder how many multitudes are lying beside your body,
but a mouth kisses and a hand soothes the moment away.


"Tienes los amantes"


Tienes a los amantes,
ellos son anónimos, sus historias, sólo uno para el otro,
y tienen la habitación, la cama, y ​​las ventanas.
Se simula un ritual.
Destender la cama, ocultar a los amantes, ennegrecer las ventanas,
que les permita vivir en esa casa durante una generación o dos.
Nadie se atreve a molestar.
Los visitantes en el pasillo pasan de puntillas delante de la puerta cerrada,
escuchan debido a los sonidos, a un gemido, a una canción:
no se oye nada, ni siquiera respirar.
Saben que no están muertos,
se puede sentir la presencia de su amor intenso.
Sus hijos crecen, hasta que se van,
se han convertido en soldados y jinetes.
Su compañero muere después de una vida de servicio.
¿Quién te conoce? ¿Quién se acuerda de ti?
Pero en su casa el ritual progresa:
no está terminado: se necesita más gente.
Un día se abre la puerta a la cámara del amante.
La habitación se ha convertido en un denso jardín,
lleno de colores, olores, sonidos que nunca ha conocido.
La cama es suave como un rayo de la luz solar,
en medio del jardín se encuentra sola.
En la cama los amantes, lenta y deliberadamente y en silencio,
realizan el acto del amor.
Sus ojos están cerrados,
tan firmemente como si pesadas monedas de carne yacieran sobre ellos.
Sus labios están magullados con nuevas y viejas contusiones.
Su pelo y su barba están irremediablemente enredados.
Cuando él apoya su boca sobre su hombro
es incierto si el hombro
ha dado o recibido el beso.
Toda su carne es como una boca.
Él lleva los dedos a lo largo de la cintura
y siente que su propia cintura es acariciada.
Ella lo tiene más cerca y sus brazos se aprietan a su alrededor.
Ella besa la mano con su boca.
Es su mano o la otra mano, poco importa,
hay tantos besos.
Está parado al lado de la cama, llorando de felicidad,
cuidadosamente retira las sábanas
de los cuerpos que se mueven lentos.
Sus ojos se llenan de lágrimas, que apenas distinguen los amantes,
a medida que se desnuda, canta, y su voz es magnífica
porque ahora cree que es la primera voz humana
que se escucha en esa habitación.
Las prendas que dejan caer se apilan como uvas.
Se sube a la cama y recupera la carne.
Cierras los ojos y permite que sean cosidos cerrados.
Se abrazan y se pierden.
Sólo hay un momento de dolor o duda
y se preguntan cuántas multitudes se mienten al lado de sus cuerpos,
pero un beso en la boca y la mano alivian el momento.


Amantes


Durante el primer pogrom se vieron detrás de sus casas derruídas– dulces mercaderes comerciando: ella, amor a cambio de historia en un ramo de poesías.

Y ante los calientes hornos se las ingeniaron para un beso efímero

antes de que llegara el soldado para a culatazos arrancarle a ella sus dientes de oro.
Y dentro del horno mismo cuando las llamas en llamaradas subían el intentó besar sus pechos ardientes mientras ella ardía en el fuego, ardía.
Después, a menudo él se preguntaba si: ¿los dos habían completado el trato? mientras hombres a su alrededor saqueaban y sabían que se le había engañado.


Romance 

Mi dama... la encontraron mutilada en una pensión de la calle de la Montaña. Mi dama era un encanto, alta, esbelta, como una de las muchachas de Tennyson, y siempre te la imaginabas erguida a lomos de un pura sangreen el bosque privado de alguien. Pero allí la tenías, desnuda en una cama vieja, cortes de cuchilloscruzándole los pechos,las piernas todas a tajos:
Muerta dos días
Me prometieron que habría pronto un culpable. Espiaremos a los adolescentes que examinan cubiertas de libros de bolsillo en las tiendas de deshoras. Tomaremos nota de las sonrisas más amplias en las escenas de torturas en los cines Vigilaremos a los viejos de la plaza del Dominio cómo siguen con los ojos a las secretarias del SunLife a las cinco y media...
Quizá los periodicuchos le alarmaron. Fuera quien fuera, el joven vino solo a ver cómo a la rubia aterrorizada le desgarraban toda la blusa manos anónimas; la persona se protegió la boca quien vio el atizador amoratar los ojos del prisionero romano; el viejo simulaba dar cuerda a su reloj de bolsillo..
El individuo nunca fue descubierto. ¡Hay tantas ciudades!  
tantos que sabían de mi dama y de su belleza. Quizá vino de Toronto, un tipo medio loco buscando un amor de domingo; o un poeta malvado atrapado mucho tiempo en el frío Winnipeg; o uno de Nueva Escocia que huía de rocas y predicadores...
Todo el mundo conocía a mi dama por las películas y las galerías de arte: el cuerpo, de Goldwyn, sus largos miembros los dibujó Botticelli, Rosetti, la boca carnosa. Ingres dio el color a su piel. No tenía que haber caminado tan atrevida por las calles. A fin de cuentas, era el año mariano, el año que los rabinos emergen de su exilio en el desierto, el año que la gente estaba inflamada por los anuncios de pasta de dientes
La enterramos en primavera. Los gorriones en su vuelo lloraron de que una cara tan bella la ocultáramos bajo el suelo.
Las flores, todas rosas, tanta rosa, tanta rosa eran todas tan fragantes que todas mis amigas fueron amantes y bailamos sobre su fosa.
 
________________


Anisley Miraz

Del libro "El ocaso de los electroshoks".


TESTIMONIO DE ESAS TARDES EN QUE
- NI PARDA NI FRÍA -
LA LOCA SUFRE MONOTONÍA
DE LLUVIA TRAS LOS BARROTES

Por las tardes se nubla en el país
y los conejos blancos no amanecen
mis hinojos poblando, mis otros desvaríos.
Saca el conejo,
ponlo en el nido de tus manos,
dice el poeta.
Entre sus cuerdas cantan navideños insultos,
lluvias que se rebelan
sobre los despertares de sus ninfas.

Por las tardes se nubla en el país.
Otros seres aguardan los juicios del Tinglado:
el país pone bordes como algunas esquinas invisibles
que doblan al olvido, a ciertos odios, al extravío
del para siempre mundo de los hombres.
Por las tardes se incendia la memoria de otros
que parecemos menos locos.
¿Los locos encumbran sus liebres esqueléticas,
reblandecen las llagas esperando
que de las llagas partan?

¿Sus liebres esqueléticas regresarán tal vez?
Saca tu liebre al fin. Viva el conejo,
aunque no tengas un sombrero de mago.
Aunque en las tardes
lluvias ácidas apaguen el país.
Aunque en las tardes
ni abanico ni flores.
Ni esperanza.

DONDE EL AGUDO SE SIENTA A CONTEMPLAR
SU TALUD PROPIO

Mi país sabe de estos desvelos.
Mi país es mi cama, mi ordenador, mi oído
que no desoye el rumbo de indóciles monedas.
Es esta patria la araña que consume en mi carne su oruga.
Esta oruga que tañe cual lengua de campana
en el sitio derecho detrás del corazón.
Ahora patria: muchacho que pones mi corazón al ristre
y dios del otro lado, verde isla jugando en sus memorias.
  y dios saben de este desvelo
y es como inventar un país cada noche.
Dios va detrás de ti y yo quedo en mi culpa
de haber imaginado vivir otros pronombres.
Ahora yo también imagino estos desvelos.
Son mi cama, mi vieja, mi ordenador, mi tímpano,
morir de las medallas, monedas por tragarme,
tres edificios verdes,
la araña que consume en mi lengua campanas,
la oruga derecha del corazón sin islas,
los pedazos de patria agotados, sin queja
que duelen cuando caigo.
Nuevamente.

EL DESIERTO ES POR DENTRO…

Soñé un viaje:
Mi padre ordenaba el pan de los daguerrotipos,
frescos como la savia de la raíz, la harina,
y al mismo tiempo igual al grano
de quienes nuncavuelven al feudo redimido.
La sangre va por dentro.
El sueño nunca debe morir como las cosas.
Soñé una puerta: la flama y sus tablados.
Penúltimas sonrisas y otros miedos.
¡Cuánta soledad nos despareja!
Cuántos puentes en medio de la nada…
La soledad es dentro.
Las puertas nunca deben cerrar como las cosas.
Soñé un taltos: no era como el otro, el de mi mente:
habló de construir caminos y ventanas.
Cerró el fuego de las habitaciones, me recordó que un viaje
es acercarnos a la noche del tiempo.

La noche sobre el tiempo es uno mismo.
Un poema no debiera morir como las cosas.
A la casa vecina también llega la noche de los tiempos
y yo he de suponer
que alguien puede morir después de haber soñado.
La piel que se nos pierde, alimentos de suero,
aires ígneos de todos los colores, la habitación ahorcándonos,
la sombra de la noche lentamente…
Yo soñé con la muerte; pero no era la muerte:
era un viaje con foto y pasaporte,
el dedo de mi padre señalando un camino y una puerta
y detrás de la puerta: fuego de soledades
y algún taltos que se cansó de ser desértico.
Soñé un viaje, las fotos, la mansión y sus llamas,
eltaltos y otra puerta. La adivina, un brebaje, la luz y sus desiertos.
El desierto es por dentro,
cada muerte
no debiera doler como otras cosas.



DISCOVERY - CHANEL

No teníamos nombre antes de la cosecha.
Este talento solo, agujas coloquiales,
alguna muerte allá por la memoria que ahora apenas sabemos
de sustos lejanísimos, de cierta ambigüedad distorsionada.
¡Ah Señor, qué instantes fueron esos!
Ser pobres… no dolernos de la tremenda oscuridad,
como heridos de luz letal y nuestra.
Nada de pasta de grafito y en las sienes también
los blanquizales del último recuerdo, el grito congelado.
Y la puerta no estaba tras la sombra
ni el velamen tan níveo de los médicos
ni este no ser de todos ni de nadie.

Se enamora la vaca, tiene su esposo e hijos.
Entonces la vaca daba leche,
teníamos los dientes de marfil,
la lengua-mariposa prevenida…

El grito se congela después de cosechar.
Ya ni el talento puja su diócesis de oros,
su nueva emperatriz
y alguna muerte allá por la memoria
no toca nunca luz ni anda despierta.
Antes jamás mentiras. Antes Señor,
no confundimos la voz y el litoral.

Muchos dicen adiós al hambre y a la isla
y los que de este lado nos quedamos
partimos la manzana en partes invisibles,
vemos hundirse el sol en monótono gesto.
Y a la vaca la pobre,
beber espinas tristes de aroma (sin aroma),
enumerar sus hijos,
hacernos olvidar el marfil de la boca,
autocomerse.

DONDE SE CUENTAN LOS HIJOS EXTRAVIADOS
EN CADA ELECTROSHOCK

Ve a llorar hijo mío.
Ve a deshacer tu ausencia entre tus péndolas.
Nada mejor que verte disparatar el grano,
engañar en mis ojos otro intento de fuga.
No vayas para siempre.
Nunca es siempre en la isla,
en su guano y sus noches.
¿Acaso en un tejido de simple lozanía
yo he de perder mi soledad?
¿Me iré a vivir al mundo de los simples
solo porque ni tú sabes cantar
tus glorias y esperanzas?
Hijo mío, ve y llora
por todos esos hijos que tu madre recuerda
y que no sabe dónde los dejó la pleamar.

Llora que ahora escribo como sabia mis versos
tan antiguos, pasados de tren y de estaciones…
y el corazón
es un estómago
muriéndose de hambre.

_________________

Legna Rodríguez Iglesias

Seis poemas de su libro

CHICLE (ahora es cuando)




I

Quería hacer un ejercicio poético
que realmente me provocara sudar
así que decidí escribir este poema
cayendo desde una chimenea
algo desastroso
pues la palabra poema y la palabra chimenea
son parecidas en la sonoridad
y está prohibido escribirlas juntas
así que decidí escribir otro poema
cayendo desde otra chimenea
más lejana
para que las palabras también estuvieran distantes
pero no resultó
así que escribí este poema
a pesar de todo
como lo había pensado desde el principio
cayendo desde una chimenea en tu mente
al final del poema
terminé con un brazo herido
con una lengua tiznada
con una risa feliz
por mi aptitud.

II

Cálmate
me digo
concéntrate
me digo
toma las riendas de tu vida
azuza a los perros
ordénales que corran
bien lejos de aquí
corre
me digo
bien lejos de aquí
me digo
sigue las señales de los perros
más allá del final
pero tú no querrás escribir
un solo poema de tu vida
tú querrás escribir mil poemas
por lo menos
escupe el chicle
me digo
tira el chicle
me digo
o masticas o tomas las riendas
es tu negocio.


III
La que se estaba anudando
una soga en el pescuezo
le dijo a la que se iba a tirar
del quinto piso de su edificio:
a mí no me mires.

IV
Le tiré la foto a la muñequita
salió bien
no era una cámara buena
pero salió bien
tengo que traerla siempre en el bolso
¿si tú fueras yo
la traerías siempre en tu bolso?

V
Era un gato sin patas que yo di a luz
y confundí por no tener patas con un teléfono
las pocas veces que me he culpado
ha sido por llamar por teléfono a mi novia
usando a mi hijo
el uso de los hijos es histórico
tú eres madre también
y si no comprendes
es porque de las entrañas no te sale
a propósito de entrañas
las pocas veces que le he pedido perdón
el gato me ha contestado
rin rin.

VI

Estos son los ladrillos más bellos
que ojos humanos han visto
los ladrillos de la chimenea
por la que caigo
mientras escribo el libro
que me ha dado la gana de escribir
el libro que yo no quería escribir
lo hice subiendo
por el tronco de una palma
fina fina como un pino
incómoda
y allá está el libro
olvidado
estos ladrillos me gustan
me enrojecen
mientras más me enrojecen más escribo
por eso mi chimenea
la llevaré a donde vaya
si me voy al lecho súbito
la chimenea también.

________________

 
Isbel G
Dos sonetos y un Cuento 

CLOSE-UP

 La patria es ara, nunca pedestal.
La novia de David es una gorda
inverosímil. El Che es una postal
carísima, con la imagen de Korda.

Nuestra justicia es ciega, también sorda;
ciega y sorda la vieja del portal
del vecino y también daremos cal
a las aceras para el acto. Borda
y borda la ancianita en el sillón
un gran mantel que venderá en la plaza.

Alguien llega, compra una calabaza
para el almuerzo. Entra el comunistón,
close-up, David lo mira, se desplaza
la cámara, el tipejo –maricón–
le grita a Diego y me ilumina ahora
el faro mientras veo a dos lesbianas
besándose en la boca, y la demora
en la cola del Coppelia. Habanas
nuestras que cada cual odia y adora,
ciudad siempre inocente y pecadora.

Que sencillo mirar tras las ventanas
del Cohíba tu oscuridad lejana.
Que sencilla la limosna, creernos
buenos, tan buenos, y después comernos
exquisitas langostas, fumar puros
habanos, que sencillo, mientras tal
edificio se derrumba o más cual
calle se inunda de excrementos. Muros.




LA RESPUESTA

Un puñetazo contra los fantasmas
ahora que estoy entre los vivos. ¡Trash!,
hoy que he llegado de la nada. Oh, plasmas
primogénitos del mundo; oh, Bach,
oh, Einstein, oh, Mahoma, oh, eternos retornos
y cenizas de Roma o viejos hornos
de Auschwitz. Esta vida pago al cash
cada minuto y segundo. Este mach
de materias y energías –sonó
el big bang, en sus marcas, listos, fuera–
el tiempo se ha echado a andar, la carrera
indetenible nos arrastra, y yo
soy un virus pequeñito, yo soy
un nómada en Sahara, un cowboy
en Montana, un esquimal en su iglú
comiendo focas, un tipo tirándose
a cierta rubia lindísima en blue
jeans en Ámsterdam, un tipo rapándose
la testa en Milán o acaso meándose
en una pagoda china en invierno,
pero vivo, cual Dante en el infierno;
ahora vivo, casi feliz, tomándose
unos tragos con los socios, la vida
muy en serio y algún afrodisiaco
para hacer el amor, que falta hace
en estos tiempos que está jodida
la biósfera, el ozono, Green Peace,
el dominio inglés y el huesito iliaco
de la economía. Ahora que todos
hemos dejado nuestras descendencias,
Hunos, Persas, Aztecas, Visigodos;
ahora que tantos dioses, tantas ciencias,
tantas artes, monedas, tantos modos
de hacer y de pensar nos son afines,
¿alguien puede decirme: en los confines
de todo qué se esconde? A grosso modo


SER ORIGINAL
 

Vamos a hacer algo absurdo. ¿Para qué? Para ser originales. ¿Y para qué ser originales? Para ser diferentes a los demás. ¿Y eso para qué? Porque es importante no parecerse a otros. No entiendo. Bueno, no importa, ¿lo hacemos? ¿Qué? Chica, algo absurdo. No, es mejor hacer el amor. ¿Tú no entiendes que eso lo hace todo el mundo desde siempre? Es que a mí me gusta. Pero no es absurdo ni original. Vamos a suicidarnos. Chica, eso es más viejo que hacer el amor. Entonces, ¿qué hacemos? Mira, vamos a creer en la política. No, eso no. ¿Por qué, eso no es absurdo? Sí, pero ya existen gentes que creen en esas cosas. Pero de mentira, nosotros vamos a creer de verdad. Algunos creen de verdad. Pero esos son unos estúpidos. Entonces nosotros seremos estúpidos también. No, ahí radica el absurdo; seremos dos individuos inteligentes que creen en la política. No, piensa otra cosa, eso es muy difícil. Bueno entonces vamos a matar una vaca e ir a venderla en la estación de policía. Mejor a una persona. Pero eso no es absurdo. Muchacho, le decimos que es carne de res. Te repito que no es absurdo, cuando se den cuenta que es sólo carne humana nos sueltan y ya. Mientras crean que es de res pensarán que es absurdo, después les decimos que es humana para que nos suelten, pero mientras tanto seremos originales. Bueno, ¿a quién matamos? Ah, no sé, a un inútil. Ya sé, a un funcionario. Pero matar a un funcionario no es absurdo. ¿Entonces a quién? Vamos a convencer a alguien. ¿A quién? A cualquiera, siempre sobra gente que está dispuesta a morir por cualquier causa. Oiga señor, ¿me permitiría usted que lo mate? No te hizo caso. Señorita, necesito que se deje matar un momento. Nada; mira, esto no será tan fácil. Bueno mátame a mí. Si te mato no harás nada absurdo, sencillamente te morirás. Entonces córtame un brazo o una pierna. Mejor la pierna. No, esa no, mejor la izquierda, la derecha tiene un esguince. ¿Y eso qué? Si vamos a vender carne que sea de primera. Tienes razón. ¡Aaaaaah! ¿Te dolió? Algo, algo. Tienes que ir al hospital. No, hazme una mordaza, si voy al hospital antes de vender la carne la policía se va a enterar. ¿A cuánto la vendemos? Barata, tiene que ser bien barata. ¿Y eso por qué? Para que sea más absurdo. Yo prefiero venderla a buen precio, el dinero siempre hace falta. Oye, que no. Sí, acuérdate que yo soy la que daré la cara a la policía. Pero resulta que yo di la pierna, y la vendo al precio que me dé la gana. Pero yo soy la vendedora. Ah sí, pues devuélveme la pierna, no la voy a vender. Coge, métetela por donde mejor te quepa, tú eres un cojo imbécil. Y tú nunca vas a hacer nada original.
 
___________________

Dos poemas al vino



I


Quiero fer una prosa en román paladino,
en cual suele el pueblo fablar con su vezino,
ca non so tan letrado por fer otro latino
bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino.


Gonzalo de Berceo.
Clérigo del Monasterio de Suso en San Millán de la Cogolla (La Rioja).

Siglo XIII

 

II

Cena Jocosa


Si es o no invención moderna,
vive Dios que no lo sé,
pero delicada fue
la invención de la taberna.
Porque allí llego sediento,
pido vino de lo nuevo,
mídenlo, dánmelo, bebo,
págolo y voyme contento.

Baltasar del Alcázar
(finales del siglo XVI)

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Gustavo Ramos



BIOGRAFIA DE ARENA 


Para Anabel Lorenzo Calero

En leales a la derrota convirtieron
los días y las noches
cuya esencia se tradujo en traición:
espacio y tiempo que se desprendió de la memoria
como vestigios de íntimos difuntos.
Cada uno de nosotros propicia
el vuelo de la sangre sobre el alma.
Inútil sopesar quebrantos.
Es preferible temblar, sostenerse de la ceniza,
ir a donde el horror y la sospecha 
son extravíos de la soledad. 
Lo que se engendra sobre desiertos
alberga alucinaciones de polvo
y transfigura en sombra el obstinado amor
que jamás traficó por vergüenza.

CARNEROS

Nunca levanten la cabeza
provenga de dónde provenga
la obstinación de su estirpe.
                      Su identidad está en la masa:                      
rebaño que por los siglos de los siglos
se ha consumido huyendo por la misma puerta;
y después esa libertad
que creen encontrar sobre la hierba construida
para que nunca levanten la cabeza
pobres animales
que por naturaleza o cultura
son arquetipo de la sumisión.


__________________

Lucilio Santoni


 
                                          I (verso il fondo)

Soprattutto di notte, i riflessiargentatiescludevanoil
Bisogno di una fine, l´imminenza di una fine. Magli
Occhi si dissolvono presto, si perdono nellecavitá del
Cielo in un crivellatoabbraccio con la terra.
La luce dóggi non lasciaimmaginare un poteressere,
né un essere presente, né un esserestato. Resta solo
unoscivolare verso il fondo, per cercare chi ancora non
s´éfattoombra, silenzio puro.

                                                    1 (hacia el fondo)

Sobre todo de noche, los reflejos plateados excluían la
necesidad de un final, la inminencia de un final. Pero los
ojos se disuelven rápido, se pierden en las cavidades del
cielo en un acribillado abrazo con la tierra.
La luz de hoy no deja imaginar un poder ser,
ni un ser presente, ni un haber sido. Queda sólo
un deslizarse hacia el fondo, para buscar a quien todavía no
se ha hecho sombra, silencio puro.


                                    
                                          2 (in esposizione)

Se uno ha visto la storiadeivivi
Sprigionati dalla carne
Diventati aria
Acquaterra e fuoco
Diventatiil sale del mondo,
se uno ha visto la storia
per la prima volta,
allora puó anche trovare un corpo
esposto al confine,
chesta in esposizione
per testimoniare la propia vita infame.

                                                    2 (en exposición)

Si uno ha visto la historia de los vivos
desprendidos de la carne
convertidos en aire
agua tierra y fuego
convertidos en la sal del mundo,
si uno ha visto la historia
por primera vez,
entonces puede incluso encontrar un cuerpo
expuesto al confín,
que está en exposición
para dar testimonio de su propia vida infame.



                                          4 (quatro)

E non parla
Non dice del suo tormento,
chiusa in una lingua a metá
piena di consonanti, s´affida
allavocedeivendicatori e intantosogna
deliranel tardo pomeriggio
chiama i morti, perché vengano
allasuafesta. Ilsuo respiro lieve
é di quelli che lascianoimmaginare
laperdita di tutto.
 
                                                    4 (cuatro)

Y no habla
no dice de su tormento,
encerrada en una lengua a medias
llena de consonantes, se confía
a la voz de los vengadores y mientras sueña,
delira al final de la tarde,
llama a los muertos, para que vengan
a su fiesta. Su respiración leve
es de lasquedejanimaginar
lapérdida de todo.


                                         6 (voi)

Siete statichiamati
Voitutti siete statichiamati a produrremacerie
A vivereil tempo dellamenzogna e dellesentinelle.
Assistete ora alla corsa delleuniformi
Verso il mare
Anch´essocorrotto dalle cittá di sabbia.
Oh le fughe... i ritorni
Le rovinedella primavera, ilvetro
Opaco che si rompe in mano al viaggiatore prima
Dell´arrivonellaterra promesa.  
I vostriocchitornerannoall´orizzonte, per non vederlo,
in un inutiledoloresommersodall´etniadellapolvere.                 


                                                    6 (vosotros)

Habéis sido llamados
vosotros todos habéis sido llamados para producir escombros
para vivir el tiempo de la mentira y de los centinelas.
Asistid ahora a la carrera de los uniformes
hacia el mar
también corrompido por las ciudades de arena.
Oh las huidas… las vueltas
las ruinas de la primavera, el vidrio
opaco que se rompe en la mano del viajero antes
de la llegada a la tierra prometida.
Vuestros ojos se volverán hacia el horizonte, para no verlo,
en un inútil dolor sumergido por la etnia del polvo.

 
                                          8 (otto)

Bruciarsinelcorpo di un altro,
cosísenza farsi notare
cisarápure un motivo, un criterio, una ragione
einvecetrattengoil respiro per non piangere
quandotutt´intorno non vi é altro che quelcorpo
immensonelfurore
deisinghiozzi. I documentibruciati, l´orientel´occidente
immenso
disorientato da un corpo e da una voce
che non so neppureoi di chifosse e perché non parlava.


                                                     8 (ocho)


Quemarse en el cuerpo de otro,
así, sin llamar la atención
habrá incluso un motivo, un criterio, una razón
y sin embargo contengo la respiración para no llorar
cuando alrededor no hay más que aquel cuerpo inmerso en el furor
de los sollozos. Los documentos quemados, oriente occidente inmenso
desorientado por un cuerpo y por una voz
que no sé yo ni siquiera de quien era y por qué no hablaba.

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Kenneth Rexroth
 
I

Yo sé que la primavera es, de nuevo, espléndida,
como siempre, el tordo que se esconde
con su dulce música y el sol, tan vital.
Pero estos son los caminos que recorrimos juntos,
estos senderos, diez años juntos.
Pensábamos que los años durarían siempre,
se han ido todos, y también los días
que creíamos que nunca nos llegarían, están aquí ya.



Las ventajas de aprender

Soy un hombre sin ambiciones
Y con pocos amigos, totalmente incapaz
De ganarse la vida, que no
Rejuvenece, fugitivo de alguna condena.
Solitario, mal vestido, ¿qué importa?
A medianoche me preparo una taza
De vino blanco caliente y
semillas de cardamomo.
En una rasgada bata gris y vieja boina,
Me siento en el frío a escribir poemas,
A dibujar desnudos en los arrugados márgenes,
A copular con quinceañeras
Ninfómanas de mi imaginación.




¿Recuerdas aquel desayuno de Noviembre?

¿Recuerdas aquel desayuno de noviembre-
frías uvas negras ligeramente olorosas
al cocho en que estaban empacadas,
bollos duros con miga blanca, cliente,
y espeso chocolate endulzado con miel?
¿y las fiestas de noche, la ginebra y los tangos?
¿Las redecillas rotas, las mancuernillas perdidas?
¿Adónde se habrán ido, las muchachas bonitas, las horas olvidadas?
Decían que estábamos perdidos, que éramos locos e inmorales
Que interferíamos en los planes del gobierno
y ahora, millones y millones, enterrados vivos,
en los ataúdes de las circunstancias,
golpean en las tapas de los ataúdes,
se apiñan en los sótanos de las ruinas, y riñen
por su carne fragmentada.


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Ariel Fonseca Rivero
Un cuento

CUANDO AMANEZCA


Ella propone hacerme un streaptease.
—Siempre he querido, pero no había encontrado la persona adecuada.
— ¿Por qué yo?
—No sé, pero me caíste bien. Además, pareces una persona que lo necesita.
El mismo bar, la misma gente, tomamos un trago que no alcanzamos a identificar.
Ella propone que sea en su casa. Necesita sentirse cómoda.

Caminamos por las calles, sin hablar.
—Aquí es.
Entramos.
— ¿Puedo quitarme la ropa? —le pido.
—Claro.
Me desnudo y tiro la ropa en un rincón.
Ella se interesa por mi tatuaje.
—Es lindo.
— ¿No tienes?
—No, pero me gustaría. Mamá decía que los tatuajes hacían parecer a las mujeres baratas. ¿Tienes lapicero?
Busco en el bolsillo de mi pantalón y le entrego la pluma.
—Eres el primer hombre a quién le pido un lapicero y tiene. ¿Para qué lo usas?, ¿para anotar los teléfonos de las mujeres qué ligas?
Le iba a decir que sí.
—Escribo poemas.
—Dime alguno.
Le digo uno corto.
—Es una mierda, ¿verdad?
—No, está bueno.
—No jodas.
—No, me gustó.
—Piensas como hombre.
— ¿Por qué dices eso?
—Nosotros decimos cualquier cosa con tal de acostarnos con una mujer.
— ¿Quién dice que quiero acostarme contigo?
—Quieres hacerme un streaptease.
—No es lo mismo querer hacer un streaptease, que querer acostarse con alguien.
—Es cierto, pero casi siempre lo uno conlleva a lo otro.
—Cómo digas. Toma —me entrega la pluma.
— ¿Para qué la querías?
Se baja un poco el pantalón.
—Píntame una rosa.
Le pinto la flor.
— ¿Así?
—Parece un marpacífico.
—Soy malo dibujando.
—Voy a poner música. Siéntate en la cama. Si quieres quítate el calzoncillo.
—Así estoy cómodo.
Una música suave.
—Seguro lo hago mal —me dice.
—Seguro lo haces bien.
Ella se mueve siguiendo la música. No lo hace nada mal. Va quitándose prendas hasta quedar en ropa interior.
—Tienes un cuerpo lindo —le digo.
Ella sonríe y sigue bailando.
— ¿Me desnudo?
—Si quieres.
— ¿Estás excitado?
—No.
— ¿Eres maricón?
—No. Bueno, creo que no.
Ambos reímos.
Ella se acerca, me la saca y comienza a chuparla.
— ¿Y ahora?
—Tampoco.
Ella continúa chupándomela, pero no se me para.
—Nunca me había pasado.
Ella se levanta y enciende un cigarro. La tinta en su espalda se había corrido.
— ¿Quieres?
—No tengo ganas de fumar. ¿Por qué te acercaste hoy en el bar?
—Me recuerdas a mi marido.
— ¿Eres casada?
—Lo dejé.
— ¿Cómo es eso?
—Un día mientras dormía recogí mis cosas y desaparecí. No he vuelto a saber de él.
— ¿Te golpeaba?
—No, simplemente me aburrí de él.
Ella termina de fumar.
—Voy a darme un baño.
Me paro y agarro la ropa.
—No tienes que irte.
—Tampoco tengo razón para quedarme.
—Quédate a dormir —me pide—. No me gusta dormir sola.
Me recuesto en la cama, mientras ella se baña.

— ¿Qué te pasa? —pregunta.
Está sentada en una esquina de la cama, untándose crema en las piernas.
—Mi mujer me dejó.
— ¿Qué pasó?
—Le pegué los tarros. Por favor, no tengo ganas de hablar.
—Durmamos entonces.
Se acuesta a mi lado, pero ninguno de los dos puede dormir.

En mi cabeza, el zumbido del ventilador…
Me paro, me visto y salgo; todavía deben pasar algunas horas antes que amanezca.

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Dalila León Meneses


Tres poemas

I
Aquella noche
cuando abrí la puerta
del cuarto de los abuelos
avisando
¡Ya está la comida en la mesa!
no pude pensar
no pude respirar
otra cosa
que no fuera la muerte.
Ahora el cuarto
pertenece a mis padres
y cada noche
termino frente a la puerta
sin poder llamar
sin abrirla
aunque la comida
ya esté servida
y fría
sobre la mesa.



II
En las tardes
mi abuela escogía el arroz
de alguna forma
lograba separar la invidencia
de todo lo demás
que se escurría
entre sus dedos.

III
Tan pronto como la vieja
entró a la panadería
pregonando
¡mantequilla y leche en polvo!
reconocí a Martha
(bibliotecaria retirada).
Y pasaron los segundos
y la fila avanzó
rápidamente
a través de sus palabras
que ya no citan a Pushkin
ni a Tolstói
ahora Martha solo repite
¡mantequilla a veinte
leche en polvo a treinta!.

____________
Manuel Sosa

 

 VACAS

Para que las dimensiones de nuestra visitación

se cumplan

han de estamparse en la acuosidad del álamo,

en su inclemencia.

Si otro concepto bastase,

los crepúsculos no alegrarían al violinista

que ya no escupe en sus palmas

pues aprendió a temer al tren

que se acerca con cautela al pueblo;

tanta tradición que se deshace en su progenie,

un colgadizo y un ciruelo

en los que nadie cree.

Como acertijos pobres, le digo.

Como los matasellos que envidia Dios,

sumiéndonos en polvo y mansedumbre,

sus compases se deshacen en la memoria

del antiguo auditorio, aquí en el Sur.

Pues al Sur le faltan impiedad y sutileza,

aflorando en el cuaderno que trajo el traidor

sin expiar tal odio al paisaje común,

aquel que legó a sus semejantes.

Y es que así hemos de vivir, predicando nuestra

compasión por quienes desertan

y ya nadie cree en verdad.

Nadie acumula experiencias metafísicas

y el violinista se acostumbra a olvidar,

a renunciar.

Mirad su bondad, oh jornaleros, admirad

su temor cuando al fin comprende

que las máquinas lo han invadido todo.

Un milagro, un milagro se aparta del corral

con pasos inciertos.

Y los chicuelos le apedrean

para no dejar morir la tradición.

En los abrevaderos.

En las faldas cobrizas de estas colinas.

Y el cencerro cae al pasto,

tintineando la cruz y la corona de espinas,

junto a las presurosas sombras que les desprecian.

Pero no basta. Es necesario apedrear

su estrella de pálpito y ensoñación.

Así no quedan rastros, preguntad al maquinista:

ya ha pasado un año, y todavía buscan otros monstruos rosáceos.

Preguntad al guardavías si su temor subsiste,

si su espacio no se reduce ostensiblemente

con el remordimiento.

La culpa del genio sureño. La paciente neutralidad

de las estaciones.

La estulticia de estos pobladores,

que no nos creen nunca.

Y podemos decir que estas dimensiones

y este horizonte nos acongojan;

que la cosecha del jubileo les pudrirá la conciencia;

y que Damocles ha muerto de tristeza, refugiado en un peral.

La simetría de nuestro apotegma

es una línea que se hunde en la carne,

repasando los conceptos que prevalecen y nos cansan.

La inmortalidad apremia,

las caídas de la materia son descritas

para explicar un sacramento.

El asombro no sorprende sus sentidos

cuando la muerte juega en sus huertos.

Y es que estas pobres gentes no nos creen,

no nos quieren creer nunca.


Manuel Sosa

4 comentarios:

  1. Me gustan muchos los versos de Dalila León, son un poco picudos, e hirientes. Reamente ella retrata la realidad. Me gustaría contactar con ella, su email, o su dirección...

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  2. Dalila no tiene correo Electrónico ni está en Facebook. Puerdes contactar con ella a través de mi Blog, si quieres. Gracias. Hermes Entenza

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  3. Me gustan los poemas de Legna; son distintos a todo lo que he leido. ¿Ella es la muchachita de Holguín que tiene muchos premios?

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  4. Legna es de Camaguey, pero hace un buen tiempo que vive en Ciudad de La Habana. Sí, ha alcanzado muchos premios literarios.

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