domingo, 31 de marzo de 2024


Sobre el libro "Cierre de los cielos", de Manuel Sosa.


ORATORIA SIN CIERRE

Por Juan Carlos Recio. 

Para un lector con curiosidad, la premisa de lectura ante Manuel Sosa, está obligada para ser distinguida por la agudeza. 

Sea poesía o análisis, desde “gentiles” hasta la fecha, con Cierre de los cielos, su último libro, sin pretensiones de cumplir un oficio de autor de templo de culto, Sosa transpira su versificación con dominio no solo de la estructura de su lengua de origen, usa siempre en la precisa, lo comedido, lo exacto, lo completo, tanto en sus presupuesto formal como de contenido, presenta las razones que mantienen filosofía y existencia como caudales de un escritor que se conoce a fondo, no escuda la responsabilidad de ser un escribidor sobreviviente,  y contrario a los vicios más marcados que preceden de su generación, (que fueron y son) disposiciones oblicuas de la metáfora, el encabalgamiento de ideas y emociones “venaculares”; a la que por suerte Manuel Sosa no obliga, y como el hombre útil que se auto representa, no necesita acotarse. 

De hecho, para ser recordado desde esos aspectos generacionales, el autor es gentil sobre una línea que transgrede siempre lo que sea auto correctivo o en su detrimento corrosivo al lenguaje creado por sus códigos. 

Por múltiples sentidos de peso y ascensiones, un cierre, (que en mi opinión lejos de culminar es el asecho de su poesía), Ante los cielos y la tierra, el lector acude, ante el principio de una u otra etapa de su proceso cíclico,  de hombre casi mayor de grado literario, en posesión de criterios sin supercherías ni  vulgaridades, aun cuando del carácter inmediato de dialogar, lo arrima solo,  sobre espectros muy bien consagrados en los tiempos atemporales, (que todo oficiante de conocimiento), puede darse el lujo de atesorar, aunque veo muy difícil pueda repetirse,  desde alguna sublimación de su estado empírico. 

Dicho de una manera coloquial, en Cierre de los Cielos,  Manuel Sosa nos sacude con un manual de compilaciones,  con el auxilio perfecto de su narrador,  que sin caer en el yo exacerbado (inexistente por cierto, desde algún marcador retórico), lo incluye de forma magistral, desde otra persona que habla con la misma facilidad, con la que el autor provoca esas geometrías de un juglar,  que no arriesga su vida y prestigio, aunque juega al disparo mortal,  porque lo conspicuo se fusiona con lo sabio, y la mentalidad de orfebrería, no es en su caso una actividad resiliente cualquiera, el poeta ha vivido las experiencias con dominio de lo consecuente, tanto desde meditaciones metafísicas como de saberes donde su emblemático curso es la representatividad siempre cruzada con lo anecdótico, con el prisma de lo que nunca es efímero y también con el manejo de una ironía que acontece desde su coexistencia natural; muchas de las demandas, en las que la mente de un ser pensante a su altura,  ha decidido marcar territorio, un terreno no baldío de situaciones que se convierten en momentos extraordinarios de aprendizaje, y por qué no, de supresión de compromisos ambiguos o superfluos. 

No me interesa detallar las segundas y terceras lecturas hechas con placer,  ni nombrar los momentos cruciales de algunos textos sobre otros, porque la armonía del libro  es que cada pieza funciona por su propiedad de lo innato, y sobre la elemental de toda la matemática del libro, que crea una atmósfera suficiente para ser tomado tal cual es, un compendio donde fluye además, de la oratoria circunstancial y humana, la de un hombre lucido en todos los aspectos existenciales y de sobrevida. 

Juan Carlos Recio Martínez.


Dos poemas del libro "Cierre de los cielos":

RAVEN

La fuerza del ala

vence la fuerza del hambre,

y la cuidadora que busca imantar

el color del cuervo

o seducir su esquivez

me confiesa su fracaso,

como si existiera otra naturaleza

que se resiste, y no hay alimento

o trampa

capaz de hacerla cambiar.

La ventana abierta,

el segundo en que

incauta el ave

se posa.

Podrás retener el símbolo

y el brillo instantáneo

pero está el argumento del ala

y el espacio abierto

como la única seducción

posible.

Y así, nunca será tuya.


RESGUARDO

Tengo un método para callar

y sentir la proximidad

del acorde por insinuarse.

Que usen mi voz

los visitantes de memoria infalible

y las copas vacías

sobre el tablero.

Permanece la estación

sin traer su propia música

cercando esta casa,

impidiendo que yo diga

lo que sobra, lo explícitamente

consabido.

El frío, sí, armoniza

algunos silencios que me faltan.

Y el abrigo sólo puede

integrarse a la razón de lo fugaz

aceptando ser alivio

recreado en palabras

que apenas van más allá

de su puro concepto.

Y entonces agregar: mordaza,

claustro, inaudible.

Respirar, elegir un mundo

donde vibra el dolor de la renuncia,

y sepultarlo.



"Cierre de los cielos". Manuel Sosa. 2024

miércoles, 27 de marzo de 2024


  Tres cuentos de mi libro

"Corrosión del acero"


I

(Encierros)

¿Estás listo? Me dices eufórica, terriblemente bella y semidesnuda en las puertas del hotel. 
No sé qué decirte; he tenido un día fatal. Llevamos media hora sentados en el lobby, comiéndonos la mierda habitual que sale de nuestras palabras. Son antiguas palabras ya gastadas por el tiempo, inútiles; pero están ahí acechando cada momento preciso para jodernos el día.
Ayer en la noche fue el clímax de nuestros problemas; no puedo comprender cómo, sentados a la mesa en el restaurante “Las Cruces”, justo en el momento del postre, vi cómo tu pie derecho entraba entre las entrepiernas de Jessy. Me sorprendí, no di crédito; y lo peor fue ver que ella disfrutaba tu empeine casi entrando a su vagina. 

Sentí lástima de mí y de Frank, que junto a su esposa, casi en orgasmo, me explicaba la importancia de la literatura Sueca.
Me imaginé el clítoris de Jessy embarrado de mermelada de fresa, pues aposté a que te untaste un poco antes de usar tu pie como taladro.

Eres una puta, un ser barato y pendenciero que va por mi vida causando estragos; te grité en el taxi de regreso, y el chofer reía con un veneno igual a la risa de Jessy.
Hemos pasado mucho. Anoche me juraste que a pesar de tus maldades y deseos de poseer todo lo que se mueve, me amas con locura; lo dijiste en el momento en que te lancé el cuchillo más afilado de la mesa. 

Juro que cuando volaba por los aires, ya descubría que yo era un imbécil, y que tu amor podría ser auténtico, que solo un mierda como yo, no comprendía tus deseos de vivir, tus ganas de robarle la billetera a todos mis amigos ricos y de follarle sus mujeres impecablemente putas.
Estamos cansados. Hemos peleado toda la noche, diciéndonos verdades y medias verdades en la cara.

Sé que en el fondo de tu sucia alma hay un sentido ético de tu existencia. Los dos queremos hacer algo para atenuar la guerra, pero nunca sabemos cómo podremos resolver esta mierda de vida. 

¿Qué te podría contestar? Ni sé, estás ahí, parada junto a mí. Hemos elegido el hotel de más glamour de la ciudad; todos nos observan. 

Mierda, sí, estoy listo— te digo.
Entonces con la elegancia que cada cierto tiempo aflora en nuestras vidas, nos trancamos en el elevador y apretamos el botón del último piso. Con un margen de suerte bien pequeño, nadie entrará a nuestro recinto, en el cual, con la cadencia de las poleas y esa sensación de irnos al cielo, te arrodillas y abriéndome el pantalón, te introduces mi polla en tu boca. Ahora, mientas disfruto de tu lengua tibia y tu saliva que me corre por las piernas, me da risa con Jessy, con Frank y con todas esas mujeres burguesas que te follas los jueves en la noche. 

Solo quiero disfrutarte mientras lames con furia, con la esperanza de que yo llegue al orgasmo y embarrarte toda la cara con mi esperma, antes de que lleguemos al piso 27.


‎II

   (Teoría de los viajes paralelos)

Sandra se revuelve en su asiento; el viaje le parece demasiado largo. Lleva seis horas de trayecto, y aún le queda mucho por andar.
Su desconocida compañera de viaje duerme plácidamente. Es madrugada, y en la negrura de la Yutong, la muchacha ha inclinado su cabeza y la deposita sobre su pecho. 
El paisaje cambia de prisa; los pequeños pueblos, ya dormidos, se le antojan tristes.

Es muy bella la chica. Sandra siente un morbo extraño; su sangre ha elevado la temperatura, y las manos frías quieren palpar esa carne suave y desamparada que ha pedido asilo inconsciente en su regazo. 

Nunca ha tocado a una mujer, pero siente que es el momento de saber, de experimentar esa otra vía para satisfacer su hambre de piel.
Lentamente va explorando el cuerpo de la desconocida; sus dedos comienzan un viaje desde los labios carnosos, y acompasados con los baches de la carretera, terminan entre las piernas de la chica que se van abriendo sutilmente y logran acariciar los muslos y hundirse en la húmeda vagina.

No quiere perder el control de su mente, pero la chicha aprieta los dedos de Sandra y los empuja más adentro hasta llegar al misterio gelatinoso de su interioridad. 
Vira hacia ella el rostro, y como un ave de presa, comienza a morder con furia sus labios. 
Todo está dicho. La escena transcurre en jadeos y mezcla de fluidos, mientras las dos lenguas se unen en un concierto de alientos y saliva común.
El aire se calienta; Sandra quiere más. 

¿Quieres más? Le dice a la chica.
Y sin pensarlo dos veces se tira de rodillas frente a ella, y abriendo al máximo las piernas de la joven, su lengua entra en la vagina; lame y disfruta los fluidos mientras recibe en su cabeza las caricias de esa muchacha extraña que empina la pelvis para que su lengua entre completa.
Todos duermen en la Yutong. Sandra, con la cara húmeda y los labios rojos, se levanta y abraza a la chica.

Soy Amelia. Ya me tengo que bajar en la próxima parada.
¿Me das tu número? Le responde.
No. ¿Para qué?

Amelia se baja en la oscuridad del campo. Sandra ve como un hombre corpulento la espera y desaparecen en las tinieblas.
Llega el silencio, meditación, risa interior.
Piensa en su esposo, en el viaje, en la vulva hirviente de Amelia.

En un bache terrible de la guagua  abre los ojos. 
Es casi de día; por la ventana se avizora la gran ciudad.

Has dormido mucho—  Le dice Ernesto.
Sí— responde ella asustada, tocándose los labios todavía húmedos.
Ya estamos llegando. Pronto estaremos en casa, cariño. 
Ella sonríe, mira el paisaje. Sus ojos brillan con los reflejos del día.
Qué lindo es el amanecer. Le dice Ernesto.
Sí, mi vida; muy bello.


III

(El circo de lo imposible)

¿Quieres un helado, un café, una malteada en la cima del mundo? Me dices con voz entrecortada.
Es tarde, el carrusel da vueltas sobre el eje, y los globos en el aire emigran hasta el cielo despiadadamente. 
Música infernal.

Has estado todo el día callada, rencorosa.
No, no quiero nada.
¿Serás tonto? 
No sabes que tu vida y la mía, han estado girando como ese carrusel, cayendo al abismo cual montaña rusa, gris como el helado barato.

Vamos a girar—  Te digo. — vamos a hundirnos como esos barquitos hasta el infierno. 
Pero no hablas, no dices que somos como el payaso de la puerta, que cobra la sonrisa. Qué jodidos estamos.
Qué jodidos estamos. Gritas.

Y el circo se detiene. La estrella y el domador de fieras se detienen. Los animales amaestrados y el mundo se paralizan con un silencio abrumador. Los globos que suben al cielo parece que esperan por nosotros.

Somos niños—  Prosigues.
Son niños, niños tontos— Nos grita el domador.
Y en el momento en que voy a responder, todo comienza a moverse en retroceso, el carrusel, el domador, los globos que retornan a las manos, la música infernal, el mundo que regresa a su origen.

Y nos volvemos niños, niños de teta, sin asomo de odios ni erotismo. Llegamos al parto y entramos en la vagina de nuestras madres, al semen paternal.

Y allí en la soledad, sin sueños ni guerras, hay otro payaso en una puerta blanca que nos dice: 
Gracias por su visita al mejor circo del mundo; por esta vez la estancia ha sido gratis, pero regresen, vuelvan otro día.



sábado, 23 de marzo de 2024


 Quien escribe poesía debe ser una persona comprometida con la realidad, aunque en sus textos cite hadas, universos fantásticos y ángeles de la muerte. La poesía tiene que ser una herramienta para amar, y también para luchar por libertades. Escribir debería ser, siempre, un acto de humanismo.

Por el Día Internacional de la Poesía subo este texto de María Cristina Garrido, prisionera política en Cuba, con una sentencia de 6 años por su participación el estallido social del 11 de julio del 2021.

No sé si vale la pena felicitar por este día; mejor es meditar, poéticamente, sobre las personas que sufren prisión, torturas y represión, solo por pensar y escribir.


Mi hermana duerme

angélica

pero deja el alma despierta

para que la abrace dolor adentro

y luego de invocar a sus delirios

encenderles velas a tantas destrucciones,

la dejo quieta en sus batallas

porque el sueño es también un enemigo.

La mano de la noche

cierra el candado de las criptas de los infelices,

un chirrido endémico oxida mi paciencia,

le grito a la carcelera ojalá…

y los tres puntos suspensivos hacen noticia.

Acuesto lo que queda de mí

pero se contorsiona un desvelo bajo mis dudas,

no tiene huesos para escapar de mis cavilaciones. 

¿Qué soñará mi hermana

con el mar de Canasí en su humedad verdísima?

¿Que la libertad es un pájaro que emigra y no regresa?

Mi hermana sueña conmigo

porque soy la gemela de su tristeza.

Ella me besa con todos los perdones que no se dijeron,

de hija sin padre y padre sin entierro,

de madre de los hombres y hombres sin abrazos,

me besa con todos los recuerdos de sus ojos.

Mi hermana duerme inquieta

y yo me quedo con domicilio en su fantasma,

abro de par en par sus ilusiones,

sacudo sus telarañas de enojo.

Su pesadilla se la exilio

se la tiro lejos.

No quiero que sueñe que el pájaro se queda,

que sus playas serán un espejismo de lodo,

que me voy cargando la libertad para mí sola.

                                         María Cristina Garrido.


 ¿Me pueden decir cuándo es el Día Internacional del Mentiroso? 

Es para saludar, con tremendo protocolo, al Presidente cubano Miguel Díaz-Canel, a toda su camarilla y a cada funcionario que defienda el embuste más grande del siglo.

Yo no accedo nunca a televisoras cubanas porque el masoquismo no me da ilusión, pero de rebote he leído la burda reacción del "presi" a las honestas, humildes y necesarias manifestaciones del pueblo hambriento y apaleado.

Compadre, trague un poco de fango y deje el cargo ahora, que en único que cogió la pijamada (en esta temporada) debe estar acompañado por ti, tus primeros secretarios del PCC en cada provincia y por el bando de ministros, funcionarios, periodistas, buscavidas y apuntadores de bolita ideológica que se sientan alrededor de tu trono.

Hay razones inmensas de carácter conceptual, filosófico, ético y moral para pedirte la renuncia; y más importante, no hay sentimiento más político que el hambre. Asere, el pueblo no te quiere, y los que te gritan amor, lo hacen por un trocito de pollo, y otros obligados por las circunstancias. Los comunistas viejos de la calle tampoco te quieren.

Solo te puedes anotar dos puntos en tu mandato: 

--La estampida de casi un millón de cubanos de todas las edades, principalmente de jóvenes.

--Los dos estallidos sociales, en tu contra, más grandes en la historia de la Cuba "revolucionaria".

Yo sé que para ti soy una hormiga, pero posiblemente te esté pidiendo que renuncies antes de que te anotes el tercer punto: un baño de sangre en la isla; porque las protestas van a seguir, y espero que eso lo tengas claro.

No se entretenga en la realidad virtual, que eso no tiene mucha importancia para el pueblo hambriento. Haga lo que tiene que hacer: irse, decir adiós, voy echando, hasta la vista, baby... Hay mil formas de despedirse en paz.  

Es hora de frenar el escándalo cubano.

viernes, 15 de marzo de 2024

martes, 12 de marzo de 2024

 

Innisfree.

Acaba de ser emplazado en el lobby de la Arbeiter-Samariter-Bund (centro de refugiados) un lienzo pintado por mí en el mes de febrero. La temática es la emigración, el descubrimiento de un nuevo hogar para aquellos que salen de su país huyendo del hambre y la represión.

Fue un proceso largo y hermoso. En la investigación previa pude conocer del éxodo de tanta gente, el sufrimiento ocasionado por dictaduras de regímenes totalitarios, el hambre y la necesidad de encontrar un nuevo curso en la vida.

Agradezco a varias personas que me ayudaron a concebir la idea, a otros que propiciaron el proceso de creación, a tres muchachas venezolanas que me ayudaron directamente en la creación, motivadas por el "dripping" y el color, y a Eduardo Tulio, un portugués amigo, artista y promotor del mural. 

Título: Innisfree. (poema de William Butler Yeats*)

Técnica: Carboncillo y acrílico sobre lienzo. 5 x 2.50 m.

Emplazamiento: Arbeiter-Samariter-Bund. Erlangen, Baviera. Alemania.

Autor: Hermes Entenza.

Colaboración

Mariangel Quiroz. (Venezuela)

Ana Victoria López. (Venezuela)

Gabriela Ramos. (Venezuela)

Eduardo Tulio. (Portugal)

Gestión y financiación del proyecto

Artur Zwanzger. (Alemania)

Tim Blümel. (Alemania)


*La isla del lago Innisfree

Me levantaré ahora e iré, iré a Innisfree,

y haré allí una humilde cabaña de arcilla y zarzas;

nueve hileras de judías tendré allí, una colmena que me dé miel

y viviré solo en un claro entre el zumbar de las abejas.

Y allí tendré algo de paz, pues la paz viene gota a gota

y cae desde los velos matinales a donde canta el grillo;

allí la medianoche es una luz tenue, y un cárdeno brillo el mediodía,

y colman el atardecer las alas del pardillo.

Me levantaré ahora e iré, pues siempre, día y noche,

oigo el rumor del lago ante la orilla;

cuando estoy en la calzada, o en las grises aceras,

lo oigo en lo más hondo de mi corazón.

William Butler Yeats.


The lake isle of Innisfree

I will arise and go now, and go to Innisfree,

And a small cabin build there, of clay and wattles made;

Nine bean rows will I have there, a hive for the honeybee,

And live alone in the bee-loud glade.


And I shall have some peace there, for peace comes dropping slow,

Dropping from the veils of the morning to where the cricket sings;

There midnight's all a-glimmer, and noon a purple glow,

And evening full of the linnet's wings.


I will arise and go now, for always night and day

I hear lake water lapping with low sounds by the shore;

While I stand on the roadway, or on the pavements gray,

I hear it in the deep heart's core.

William Butler Yeats.

















sábado, 9 de marzo de 2024

El régimen cubano investiga por "graves errores" al ministro de economía recién destituido Alejandro Gil Fernández.

Lo sabíamos, desde siempre tuvimos la certeza, y los más tímidos, aquellos que nunca se atrevieron a alzar la mirada, lo intuían; pero los criterios sobre los pejes gordos salen caros, y es mejor hacer comentarios de pasillo, con los ojos asustados y hablando bajito para que los chivatos no informen sobre la falta de respeto que se comente al dañar la imagen de un alto dirigente "dedicado en cuerpo y alma a salvar la economía del país".

Siempre hemos conocido de la aberración del poder absoluto, donde un animal de carga no puede ni debe emitir criterios "erróneos" sobre los dirigentes de la revolución.

La historia se ha repetido tantas veces, que la cueva de Platón, donde sólo vemos imágenes distorsionadas, se ha convertido en nuestro modo de vida.

Pero muchos seguíamos empecinados en querer ver la verdad, y los hilos estratégicos de un sistema que nos imposibilita divisar la realidad, nos lleva a la única gaveta abierta para nosotros, donde hay dos opciones: intuir que la mafia es parte del poder, y optar por aplaudir con vehemencia el descalabro, o caer en el jamo, acusados de profanar a los altos dirigentes de una revolución triunfante.

Hay de todo en Cuba. Muchos --quizás menos a partir de hoy-- todavía aplaudirán y darán loas a este engendro, asegurando que a partir de ahora las cosas funcionarán como es debido. Otros seguiremos observando la debacle, sabiendo que nuestra historia en las últimas seis décadas está plagada de estos "explotes" a veces masivos. La lista de reventados es larguísima, y temo dejar fuera a muchos nombres cardinales en estos blanqueos típicos en la política cubana.

Desde Manuel Urrutia, en los comienzos de esta saga, hasta hoy, con Alejandro Gil, son más de cincuenta personajes de primer nivel que desaparecieron del panorama público, acusados de traición, malversación etc. etc.

Hay una leyenda oral que cuenta sobre un programa especial para estos funcionarios de gama alta, y le llaman Plan Pijama. Yo no sé si es verdad,  pero entiendo que es una falta de respeto al pueblo, si es que existe. Como quiera que sea, de ser cierto, la escasez de tela en la isla se debe a la cantidad de pijamas en uso por dirigentes partidistas que alguna vez molestaron y/o armaron cabeza de playa. Todos deben ser ricos con cuentas fantasmas en el fin del mundo, y sus días serán placenteros, con alimentos de alta cocina y el disfrute de un día soleado con el buen café y un puro. Son ideas que me invento, pues el gobierno nunca ha informado si el Plan Pijama es cierto.

Toda la corrupción en el alto mando la sabíamos, pero no podíamos decirlo porque es pecado mortal herir la sensibilidad  de una revolución que "avanza" aunque le duela a muchos.

Hoy me he levantado con las redes al rojo vivo, y cuando leí la nota oficial, solo atiné a sonreír amargamente.

Veamos: 

El tipo, Gil, según dice la declaración oficial, ha confesado su culpabilidad en hechos, supuestamente de malversación y corrupción, renunciando, incluso, a su condición de miembro del Comité Central del Partido y de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Vaya notición, como si el pueblo  no lo supiera. 

Desde hace un buen tiempo economistas con visión, han estado alertando cosas, pero claro, lo repetiré hasta el cansancio: Las vacas sagradas son intocables por el pueblo, y solo cuando no conviene, sabe Dios por qué,  es que de "arriba" dan la orden, y la cabeza rueda por la escalera de hormigón. 

Todo esto del caso Gil, es solamente lo que vemos del iceberg, debajo cargamos con el empecinamiento ideológico, el odio al que piensa diferente, la persecución, los actos de repudio, la prisión por causas políticas, el destierro de cubanos porque no gusta a la oficialidad su forma de pensar, los que están varados fuera del país y que el gobierno no los deja entrar a su patria, los artistas presos solamente por usar la bandera como elemento estético, el miedo a hablar porque nos pueden tronar en el trabajo. En fin, la corrupción tiene muchas formas de manifestarse, y Gil, desde su trono, sirvió de látigo para subyugar al pueblo. Cuando la corrupción baja hasta las masas de a pie, y sufre prisión y segregación aquel que piensa diferente, qué podremos esperar de arriba, donde el accionar no responde a nada ni a nadie.

Parece que  no sabían lo que estaba haciendo el Gil...¿En serio? 

En un país donde la Seguridad  del Estado le sabe la vida al carpintero del barrio, es incomprensible que un ministro de economía y finanzas pueda hacer y deshacer a su antojo.

Pero eso no me importa ahora, ni siquiera saber qué le espera al Gil. Prefiero centrarme en otra cosa:

El estallido social del 11 de julio del año 2021 sucedió cuando el país entraba en el colapso. El pueblo salió a las calles pidiendo libertad, con hambre y desesperación. 

Si Alejandro Gil es culpable (no el único) del caos que impera en el país, entonces los mil y tantos presos políticos que habitan las cárceles cubanas, son inocentes.

Si el gobierno de Diaz-Canel quiere comenzar a hacer limpieza moral, deberá mover mucha tierra para poder lucir bien, si es que puede y tiene valor de hacerlo.

La  nota oficial publicada en el diario Granma, termina diciendo:

"Como es de esperar, el enemigo desatará una nueva campaña propagandística contra Cuba, pero nuestro pueblo, como nos tiene acostumbrado, se mantendrá firme al lado de su Partido y Gobierno, fieles al legado del Comandante en Jefe y a las enseñanzas del General de Ejército Raúl Castro Ruz".

Es necesario aclarar que cuando dice "el enemigo", se refiere directamente a cubanos que están en desacuerdo con el sistema, y cuando dice "nuestro pueblo", cita a aquellos que han dado porrazos en los actos de repudio y en los estallidos sociales, aquellos que están allí donde les cae una migaja del gobierno, o los que, aterrorizados, hacen cualquier cosa para sobrevivir.

¿Qué esperan de la gente, que aplaudan por el linchamiento de un pez gordo, creyendo que a partir de ahora todo va a ir de maravillas?

Cuba tiene que ser otra. Cuba es un país hermoso, lleno de gente buena que desea trabajar en pos de su felicidad.

Si el gobierno cubano puede sacar alguna lección de este nuevo escándalo, debería hacer algo útil:

-- Amnistía para todos los presos políticos antes del supuesto juicio a Alejandro Gil.

--Aceptar que en Cuba hay miles de personas que piensan diferente políticamente, y darles oportunidad de expresar su opinión.

--Cese del acoso a ciudadanos que alcen su voz en contra de la injusticia y en contra del estado.

--Derecho pleno a la manifestación popular en contra de cualquier cosa.

--Convocar al pueblo para una Asamblea Constituyente y refundar la nación entre todos, sin el control del PCC.

--Aprobar y aceptar el periodismo independiente.

--Abrir la economía, de manera que es estado no intervenga absolutamente en nada, y solo reciba el pago de impuestos establecidos.

--Voluntad de propiciar la oposición en el parlamento.

--Convocar a elecciones libres sin el control del PCC.

Cuando esto suceda, entonces Cuba podrá caminar decentemente, y los tipos como Gil tendrán que informar al pueblo todos sus actos. 

En la Cuba futura posiblemente aparezcan otros Giles, pero el pueblo sabrá y podrá salir a la calle en multitudinaria manifestación, en protesta por semejante delincuente.

Hoy es en Día Internacional de la Mujer, y me da vergüenza poner una felicitación en las redes sociales, porque Cuba, ahora mismo, es un infierno para las mujeres, jóvenes y madres.

Cuba, definitivamente, tiene que ser otra.

Arrivederci,  Gil.

viernes, 1 de marzo de 2024


 FOTO TOMADA DE FACEBOOK

Miren, miren bien, esta es La Habana hoy. "La Ciudad Maravilla", la ciudad que un día fue referente para los viajeros, para artistas, escritores, gente de mundo que soñaba con La Habana como la ciudad que fluía leche y miel, con la dinámica cosmopolita que fue famosa en los cinco continentes, la perla de América que competía con New York cuando Miami era un pantano porque los cubanos no necesitaban irse a fundar en otras tierras.

Ahora cualquier cabeza de puntilla podría decirme: Es el bloqueo que nos tiene jodidos.

No lo hagas, mequetrefe, que en Cuba se organizan banquetes patrocinados por la familia real, vendiendo una imagen distorsionada de Cuba. Con el dinero que invierten en fiestas, desatinos y propaganda, podrían crear un ejército de camiones recogedores de basura, y sobra plata para reparar las calles.

Yo nunca he utilizado lenguaje burdo en contra de alguien o de algo cuando escribo sobre la realidad de la isla, pero debo decirles que ustedes, los que controlan el país, son unos descaraos desvergonzados y unos mierdas. Han destruido la ciudad más hermosa, matando toda la belleza y grandeza de lo que fue la ciudad luz. Hoy es el infierno.



 EL EMIGRANTE ANTE EL ESPEJO

Por una extraña e inteligente vocación 
del cuerpo,
cada veintiocho días nuestra piel es otra.
Muta como el fuego, devorándolo todo.

En diez años
la regeneración celular 
nos habrá cambiado con tanta intensidad
que solo quedará el alma
como guarda de antiguos tesoros.

Por otra extraña, y no sé 
si inteligente vocación,
en una década mi cuerpo no sabrá
nada de una patria escondida
en la garganta,
rodeada de pieles nuevas
pero oculta y sin posibilidad 
de ser partícipe de la nueva encarnación
ni de ser reciclada como ente natural.

Podrá ser, quizás,
un mantra para invocar reflejos 
del pasado
o un aria perdida entre las
partituras.

El insoportable fluido sanguíneo 
no podrá recordar los sonidos 
de la mocedad
ni la espiral que alimentó horas
de fuga
por los caminos ya vencidos 
de mi patio.

No sabrá qué es un ciclón
ni una tarde en el arroyo
en la danza del claroscuro.
Desconocerá el sabor del 
vino barato, 
impulsado barranca abajo
en el portal.

Tampoco conocerá el hambre
ni la mísera estocada del tiempo muerto 
cuando las hordas del poder
arañaban mi puerta
lanzando dardos contra las 
estampillas coloreadas.

Mis nuevas manos no recordarán 
las veces que fueron amarradas 
junto al pozo,
ni la cuerda que apretó mi cuello
en la noche de todos.
No sabrán del temblor y la sudoración
cuando el censor amenazaba
omitiendo la ruindad de un país enfermo.

Tener un cuerpo nuevo tiene sus ventajas,
y solo,
para alinear datos
fugas
canturías,
quedará la mente registrando
la larga marcha  
en la Finisterra 
que ahora se antoja como 
un viejo manuscrito 
archivado en un bolso de viaje,
oculto entre los manteles desechables 
del hogar.


Una mujer se casa con un árbol, otra dice que es un caballo y se comporta como tal. 

Un hombre en Francia, vestido de novio y de novia, se casa con sí mismo.

Unas japonesas tienen sexo grupal con piedras.

Existe, en pleno siglo XXI, una sociedad terraplanista que cada día gana más adeptos.

Parece que la raza humana enloqueció, y el aporte de Cuba es letal:

Estamos gobernados por mafiosos que dicen que son un Partido Comunista.

El presidente del país padece de dislexia, y el pueblo está obligado a aplaudirlo mientras este se pasa la puñetera vida paseando con su esposa.

Dicen oficialmente que en los mares de la isla no hay peces.

Tampoco hay pan, ni leche.

No hay electricidad porque semanalmente las termoeléctricas entran en "reparación".

Las prisiones están repletas presos con sanciones terribles, solo por decir abiertamente que el sistema es un fracaso.

El gobierno dice ser humanista,  pero el pueblo está muriendo de hambre y carencias de todo tipo, y aún así, la primera dama organiza banquetes y festivales internacionales, mientras el presidente aprovecha cualquier oportunidad para gritar: ¡Somos continuidad!

Entonces,  ¿Cómo voy a molestarme por unas mujeres que se acuestan con seborucos o se creen caballo, con un tipo que se casa él mismo, o con una comunidad internacional de infelices que cree que la tierra es un plato?

No jodan.