sábado, 29 de noviembre de 2014

En mi expo en Artery's Gallery

Junto al artista de Calgary Jim Laing. Trabajamos juntos esta instalación


Instalación La Vida es Bella 2

Con Melba Ortega

La Vida es Bella 2

En la expo

Alegre grupo

Nuevamente La Vida es .....

Tímido
El cierre fue con la banda de Edmonton Viking Fell. Un super espectáculo

Lo que pase en Artery's, se queda en Artery's.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Debate sobre el arte contemporáneo


En el Blog Cuba Profunda acaba de florecer un excelente debate en torno a la comprensión del Arte Contemporáneo.
Aquí les dejo el Link al Blog, y mi comentario.


Apuntes sobre el arte contemporáneo 

Pensar en el arte contemporáneo es adentrarse en una suerte de túnel que nos llevará hacia adelante y hacia atrás, a través de la historia de esta disciplina. Al arte contemporáneo, si le hacemos un corte transversal, como a la tierra, deberían vérseles las capas de diferentes colores, como las vetas de una gran batalla estética. Recordemos que a los románticos no les hizo ninguna gracia la tesis de los impresionistas, luego estos mostraron sus garras al ver las propuestas estéticas de los expresionistas, y estos últimos se enfurecieron al ver las obras de Picasso colgadas en los muros de una galería de arte; también cuentan los que saben, que Picasso no hizo muy buenas declaraciones sobre las tendencias pictóricas que sucedieron cuando él era ya un artista consagrado. Así son las cosas en el arte, una rueda demoledora que aplasta y asimila cada corriente estética que se manifiesta.

Así empezamos bien, pero el arte contemporáneo posee un saco muy grande donde pueden caber excelencias y a veces innegables absurdos.

Veamos, cuando Gisselle trae a colación la radiografía de un pescado en la galería, no me queda más remedio que pensar en aquellos Readymade de Marcel Duchamp, pero es que Duchamp era un pionero, y a los pioneros hay que respetarlos.
Marcel Duchamp. Fuente

Yo, que soy artista, no crítico de arte, podría fácilmente emplazar en una galería cualquiera, un lavamanos y ponerle como título, digamos….piscina, o paraíso, o como quiera, y tendría todo el derecho a hacerlo, pero no sería una pieza feliz, pues lamentablemente, será una pieza sumamente deudora de un pionero: el urinario de Duchamp. Incluso podría argumentar, defender hasta el cansancio, pero faltaría algo: la creatividad, el ingenio para defender una pieza con un criterio devastador y conciso.

Eso, precisamente eso le falta a cierta zona del arte contemporáneo, la capacidad de asumir la obra como una tesis, porque el arte de nuestros días debe ser una tesis que nos enfoque en algún punto de nuestra realidad, debe poseer lo que en la esteta medieval se llamaba Resplendettia, o sea, esa capacidad de la obra de sobresalir por encima de nuestra vida común.

Si algo ha perdido cierta zona del arte contemporáneo es la capacidad de crear ardides para conseguir una obra redonda, dígase redonda a aquella pieza artística convincente desde todos los puntos de vista. En el pasado los artistas crearon muchos ardides para sostener su obra; pensemos en el Sfumato, en el Trompe-l'œil, en la redención de la luz usando los colores complementarios etc etc. Bien, hoy en día, donde la obra de arte carece hasta cierto punto de esas técnicas (pensemos en la instalación, el performance y en la radiografía del pescado en Sagua la Grande) un buen ardid debería ser la fácil comunicación con el público y a la vez la consistencia de un mensaje o una sugerencia que nos haga participes de tal descubrimiento. Podría ser una obra valiosa aquella que nos libere y/o nos envuelva en su halo. 

Estaría de más decir que el arte contemporáneo puede ser fabuloso; he visto grupos musicales que hacen su creación solamente usando los sonidos que se logran rasgando papeles, y he visto increíbles performances donde el absurdo o la lógica, habría que ver, arman un entramado de ideas que resultan fantásticamente geniales. Cabría preguntarnos qué dirían de esta música y estos performances W. A. Mozart, L. V.Beethoven, Frank Fernández o Miguel Ángel, Joaquín Sorolla y Leopoldo Romañach? No hace falta la opinión, el arte es como es y basta, ha sufrido muchos cambios para llegar hasta donde ha llegado, pero eso sí, necesita el conjuro del pasado, la dosis de genialidad para poder sostener la obra, y además, esa extraña capacidad de ser asimilada por todos, pues me resulta sospechosa una obra de arte contemporánea que necesite de un público altamente calificado para entenderla.

Cuando Gisselle Morales dice que no tiene todas las herramientas para descifrar una obra (les aseguro que sí las tiene), nos está diciendo simplemente que esa obra es indescifrable y por lo tanto, muda; realmente entre esta y el urinario de Duchamp hay una distancia insalvable.

Wilfredo Prieto. Apolítico.
Recuerdo con pesar una instalación que vi en Oriente, donde todo se resumía en un caldero en medio de la galería lleno de limonada y el público podía tomar todo el refresco que quisiera; pero he visto instalaciones memorables; recuerdo la pieza Apolítico de Wilfredo Prieto, las genialidades de Adonis Flores, los innegables valores de La tradición pesa del grupo S/T. Eso nos dice que hay de todo en la viña del señor. Cuidado, hay que tener mucho cuidado, pues generalmente se toman de escudo las nuevas corrientes estéticas para que artistas no especializados en estas disciplinas, nos muestren obras carentes de recursos. Como dijo una vez Rufo Caballero, más triste que la rancia academia, es una vanguardia trasnochada.

Estamos carentes de espacios de reflexión sobre este tema; sería genial que este artículo de Gisselle Morales saliera de las paredes digitales de su Blog, tristemente limitado a los cubanos por la imposibilidad de acceder a la red de redes, y fuese publicado en la prensa provincial y nacional; allí entonces podría nacer la cultura del debate sobre los grandes temas que motivan a hacer y a consumir el arte contemporáneo.


Link  a CUBA PROFUNDA para leer el artículo original de la periodista Giselle Morales:
https://cubaprofunda.wordpress.com/2014/11/12/del-urinario-de-duchamp-a-una-placa-de-pescado/