Kazu Makino canta Heroine. Ya
cerraron los bares y las iglesias. Comienzan los arrepentimientos nocturnos.
Kazu Makino baila y canta
Heroine desde la azotea de mi casa. Es tarde, muy tarde para aplaudir, pero la
noche es fría y con frio no se debe estar en casa.
Subiré a la azotea y veré
cuanto de felicidad me puede dar Kazu Makino mientras canta en esta
noche fría en que no se debe dormir ni esperar nada bueno, solo a Kazu Makino
que desde las alturas canta Heroine.
II
Hazlo, hazlo, por favor;
mostraba el cartel de la calle principal. Hazlo, Hazlo, se repetía en cada
esquina, en la boca del metro, en la entrada de mi bar preferido. Hazlo, me
dije una noche en pleno sueño, y los carteles inundaron una plaza surreal
colmada de personas sin rostro.