sábado, 8 de agosto de 2015

El interrogatorio

El interrogatorio
Cuento
- Buenas noches ciudadano. Su nombre por favor.
- Santiago Puentes.
- ¿Qué hace usted a altas horas de la noche vagando por la ciudad?
- Es que no puedo dormir, oficial; además, me gusta el aire de la madrugada.
- ¿Qué trae en ese bolso? ábralo inmediatamente.
- ¿Tengo que hacerlo? ¿Tiene usted el derecho de revisar a los transeúntes?
- Sí ciudadano, abra el bolso de una vez.
- Sí señor.
- Pero ¿Qué es eso, piedras?
- Sí, piedras negras.
- Espere, espere ciudadano…Qué rayos hará usted con esas piedras, ¿Acaso va a cometer una agresión? Móntese en la patrulla.
- Mire oficial, yo no he hecho nada malo, no confunda las cosas. Esas son mis piedras, las habituales.
- ¿Cómo dice?
- Las habituales, las que todos tenemos para resguardarnos de la muerte y la soledad.
- Mire ciudadano, es tarde, hay frío y no tengo deseos de joder a esta hora. Dígame para qué puerta o qué persona son esas piedras que usted va a lanzar.
- Oficial… ¿no entiende que son mis piedras?
- Qué piedras ni un carajo. Monte en el auto patrulla.


- Aquí patrullero 556. Con el oficial de guardia, reporta el sargento Oscar.
- Aquí oficial de guardia. Informe.
- Tengo al ciudadano Santiago Puentes, con número de identidad 70101603309 vecino de la calle cuarta, en el reparto Colón. Le hemos incautado de su bolso una gran cantidad de piedras de color negro. El ciudadano dice que son su resguardo para no sentirse solo. Recomendamos conducirlo a la primera unidad como precaución de un posible delito de agresión.
- Sargento Oscar… ¿dice usted que son sus piedras negras? Entonces no puedo ver cuál es el delito. Explique con calma.
- Mire oficial, el ciudadano habla cosas raras sobre un resguardo para la soledad; le repito que es muy extraño un hombre solo cargado de piedras en la noche.
- Pero sargento Oscar, son sus piedras… ¿Es que usted no tiene la suya?
- ¿Cómo dice oficial de guardia….mi piedra?
- Claro, su piedra. Todos tenemos una piedra escondida para esos enredos de la vida.
- Oficial, no sé si usted juega conmigo. No entiendo nada.
- No se haga el comemierda sargento Oscar, usted sabe que todos en este mundo tenemos nuestra piedra. No puedo entender cual es su situación con el ciudadano, pero sabe que llevar la piedra encima no es delito. Yo no puedo creer que no sepa nada.
- No oficial de guardia, no entiendo nada de lo que ocurre.
- No me joda. ¿Usted vive solo o está casado?
- Vivo con mi esposa y mis dos hijas.
- ¿Y no ha visto nunca las piedras de su esposa y las pequeñitas de sus hijas?
- Claro que no oficial. Me confunde.
- ¿No sabe que todos estamos preparados para subsistir? Busque, busque entre las ropas de su mujer, debajo de la cama, en el escaparate de sus hijas.
- Si, recuerdo ahora que he visto una piedra negra debajo del colchón.
- Claro Oscar, es la piedra de su esposa, la que lleva a todas partes escondida entre sus cosas de mujer. Yo tengo la mía en la funda de mi pistola, y cada vez que estoy en apuros la acaricio. Pero dígame, porque me deja con mucho asombro. ¿De verdad que usted nunca ha tenido su piedra? ¿Cómo ha podido sobrevivir en este mundo, combatiente?
- No sé, no sé oficial. Estoy muy confundido. No sé qué hacer. No entiendo nada de lo que me está pasando.
- Mire, primeramente suelte a ese hombre que camina feliz con su resguardo; luego cuando regrese de la guardia operativa, busque su piedras en el río, entonces verá que la vida será más fácil.
- Es que me siento ridículo con eso de tener una piedra negra en mi bolsillo; tampoco creo que todos posean una.
- ¿No? Entonces, sargento Oscar, la vida fuese una mierda; no conozco a quien que no tenga a buen recaudo su pequeño guijarro; de hecho, no entiendo cómo usted ha podido vivir treinta años de su vida tan solo. Mire, le doy un consejo: busque su lugar en la tierra, hágase de su pedrusco lo más rápido que pueda, todavía está a tiempo. Suelte al ciudadano y dedíquese a buscar su seguridad.

- Está libre ciudadano Santiago, puede marcharse.
- Gracias oficial.
- Lamento lo ocurrido, aunque no entiendo nada de lo que está pasando.
- Sí señor, ya escuché por su radio que usted no tiene piedra; posiblemente es el único en este mundo que está solo.
- Yo no me siento solo. Tengo mujer e hijas.
- Claro, pero ellas tienen su resguardo, y además… ¿nunca se ha sentido como alejado de todos, aún en medio del gentío?
- Sí, es verdad.
- Claro, es que la soledad no tiene que ver con la esposa ni los hijos ni con nadie; la soledad es algo personal que se lleva a todas partes.
- Entonces para qué necesito la piedra.
- No sé oficial. Ni siquiera puedo saber si funciona, pero todos tenemos una piedra y basta. Aquí tengo muchas, tengo la de la soledad incurable, esta otra para la esperanza de una relación amorosa, la pequeña te ayuda a dormir cuando estás desvelado y la cama se te convierte en un campo de fútbol. Tengo esta muy especial, su misión es recordar que estoy solo y que necesito las otras piedras.
- Ya veo. En fin, puede marcharse. Tenga buenas noches.
- Buenas noches oficial.
- Ah… ¿No podría regalarme una piedra de las suyas? Digo, si puede.

jueves, 26 de marzo de 2015

La Noche Americana

La noche americana
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Este es mi nuevo poemario publicado. Será presentado en la Feria Internacional del Libro. Cuando los tenga en mi poder, y vengan a verme, se los regalo. La foto de cubierta es mía, tirada en el bulevar espirituano una noche de jolgorio. Los invito a todos a la presentación.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Primer libro

Bon Apéttit
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Este es el primer libro de la escritora espirituana Dalila León. Premio Pinos Nuevos de la Editorial Letras Cubanas. La ilustración de  cubierta es una obra mía titulada Anima Domine.
Aquí os dejo con la imagen completa del libro y así podrán leer la nota de la editorial.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Close Up



Dos poemas

Kazu Makino canta Heroine. Ya cerraron los bares y las iglesias. Comienzan los arrepentimientos nocturnos. 
Kazu Makino baila y canta Heroine desde la azotea de mi casa. Es tarde, muy tarde para aplaudir, pero la noche es fría y con frio no se debe estar en casa.

Subiré a la azotea y veré cuanto de felicidad me puede dar Kazu Makino mientras canta en esta noche fría en que no se debe dormir ni esperar nada bueno, solo a Kazu Makino que desde las alturas canta Heroine.

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Hazlo, hazlo, por favor; mostraba el cartel de la calle principal. Hazlo, Hazlo, se repetía en cada esquina, en la boca del metro, en la entrada de mi bar preferido. Hazlo, me dije una noche en pleno sueño, y los carteles inundaron una plaza surreal colmada de personas sin rostro. 

Entonces lo hice y aquí estoy, aguardando la sentencia, encerrado en este calabozo frío desde donde se ve un gigantesco mural que domina la ciudad y que dice: Hazlo, hazlo, por favor.

viernes, 6 de febrero de 2015

Iphone 6




Es callada, sagaz y bella. Tiene un Iphone 6 y me envía mensajes amatorios desde su flamante móvil. 

Yo recibo con desvelo sus urgencias e  imagino sus noches húmedas llenas de esplendor, pues desde un Iphone 6 tiene que ser como el erotismo de los ángeles,  con sabor a cielo, a eternidad y hechizo. 

Yo, que no tengo un Iphone 6, debo revelar delante de todos que tenemos un romance como en las películas antiguas.  

 Me deberían envidiar por tener una amante así, lejana pero con un Iphone 6 vibrante y complicado, que hace de mis noches un verdadero festín de amor, cuando recibo en mi pequeñito y mugriento móvil, los besos y orgasmos digitales desde el sur de California.

sábado, 29 de noviembre de 2014

En mi expo en Artery's Gallery

Junto al artista de Calgary Jim Laing. Trabajamos juntos esta instalación



Instalación La Vida es Bella 2


Con Melba Ortega

La Vida es Bella 2

La expo

Alegre grupo





El cierre fue con la banda de Edmonton Viking Fell. Un super espectáculo.

Lo que pase en Artery's, se queda en Artery's.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Debate sobre el arte contemporáneo

Apuntes sobre el arte contemporáneo 


En el Blog Cuba Profunda acaba de florecer un excelente debate en torno a la comprensión del Arte Contemporáneo.
Aquí les dejo mi comentario:


Pensar en el arte contemporáneo es adentrarse en una suerte de túnel que nos llevará hacia adelante y hacia atrás, a través de la historia de esta disciplina. Al arte contemporáneo, si le hacemos un corte transversal, como a la tierra, deberían vérseles las capas de diferentes colores, como las vetas de una gran batalla estética. Recordemos que a los románticos no les hizo ninguna gracia la tesis de los impresionistas, luego estos mostraron sus garras al ver las propuestas estéticas de los expresionistas, y estos últimos se enfurecieron al ver las obras de Picasso colgadas en los muros de una galería de arte; también cuentan los que saben, que Picasso no hizo muy buenas declaraciones sobre las tendencias pictóricas que sucedieron cuando él era ya un artista consagrado. Así son las cosas en el arte, una rueda demoledora que aplasta y asimila cada corriente estética que se manifiesta.

Así empezamos bien, pero el arte contemporáneo posee un saco muy grande donde pueden caber excelencias y a veces innegables absurdos.

Veamos, cuando Gisselle trae a colación la radiografía de un pescado en la galería, no me queda más remedio que pensar en aquellos Readymade de Marcel Duchamp, pero es que Duchamp era un pionero, y a los pioneros hay que respetarlos.
Marcel Duchamp. Fuente

Yo, que soy artista, no crítico de arte, podría fácilmente emplazar en una galería cualquiera, un lavamanos y ponerle como título, digamos….piscina, o paraíso, o como quiera, y tendría todo el derecho a hacerlo, pero no sería una pieza feliz, pues lamentablemente, será una pieza sumamente deudora de un pionero: el urinario de Duchamp. Incluso podría argumentar, defender hasta el cansancio, pero faltaría algo: la creatividad, el ingenio para defender una pieza con un criterio devastador y conciso.

Eso, precisamente eso le falta a cierta zona del arte contemporáneo, la capacidad de asumir la obra como una tesis, porque el arte de nuestros días debe ser una tesis que nos enfoque en algún punto de nuestra realidad, debe poseer lo que en la esteta medieval se llamaba Resplendettia, o sea, esa capacidad de la obra de sobresalir por encima de nuestra vida común.

Si algo ha perdido cierta zona del arte contemporáneo es la capacidad de crear ardides para conseguir una obra redonda, dígase redonda a aquella pieza artística convincente desde todos los puntos de vista. En el pasado los artistas crearon muchos ardides para sostener su obra; pensemos en el Sfumato, en el Trompe-l'œil, en la redención de la luz usando los colores complementarios etc etc. Bien, hoy en día, donde la obra de arte carece hasta cierto punto de esas técnicas (pensemos en la instalación, el performance y en la radiografía del pescado en Sagua la Grande) un buen ardid debería ser la fácil comunicación con el público y a la vez la consistencia de un mensaje o una sugerencia que nos haga participes de tal descubrimiento. Podría ser una obra valiosa aquella que nos libere y/o nos envuelva en su halo. 

Estaría de más decir que el arte contemporáneo puede ser fabuloso; he visto grupos musicales que hacen su creación solamente usando los sonidos que se logran rasgando papeles, y he visto increíbles performances donde el absurdo o la lógica, habría que ver, arman un entramado de ideas que resultan fantásticamente geniales. Cabría preguntarnos qué dirían de esta música y estos performances W. A. Mozart, L. V.Beethoven, Frank Fernández o Miguel Ángel, Joaquín Sorolla y Leopoldo Romañach? No hace falta la opinión, el arte es como es y basta, ha sufrido muchos cambios para llegar hasta donde ha llegado, pero eso sí, necesita el conjuro del pasado, la dosis de genialidad para poder sostener la obra, y además, esa extraña capacidad de ser asimilada por todos, pues me resulta sospechosa una obra de arte contemporánea que necesite de un público altamente calificado para entenderla.

Cuando Gisselle Morales dice que no tiene todas las herramientas para descifrar una obra (les aseguro que sí las tiene), nos está diciendo simplemente que esa obra es indescifrable y por lo tanto, muda; realmente entre esta y el urinario de Duchamp hay una distancia insalvable.

Recuerdo una fatal instalación que vi en Oriente, donde todo se resumía en un caldero en medio de la galería lleno de limonada y el público podía tomar todo el refresco que quisiera; pero he visto instalaciones memorables, como las de Adonis Flores, los innegables valores de La tradición pesa del grupo S/T. Eso nos dice que hay de todo en la viña del señor.

Cuidado, pues generalmente se toman de escudo las nuevas corrientes estéticas para que artistas no especializados en estas disciplinas, nos muestren obras carentes de recursos. Como dijo una vez Rufo Caballero: "Más triste que la rancia academia, es una vanguardia trasnochada".

Estamos carentes de espacios de reflexión sobre este tema; sería genial que este artículo de Gisselle Morales saliera de las paredes digitales de su Blog, tristemente limitado a los cubanos por la imposibilidad de acceder a la red de redes. 
La cultura del debate sobre los grandes temas que motivan a hacer y a consumir el arte contemporáneo, debería ser de todos.