viernes, 31 de mayo de 2024


"Desconfía de la gente que no te mira a los ojos cuando te habla", es un dicho tan viejo como la historia.

Dependemos de ciertos detalles para darnos cuenta de que la vida nos da lecciones instantáneas, generadas por nuestro atávico proceder, como animales que somos. Y es tan cierto como el agua: quien no mira a los ojos, algo se trae entre manos.

La Revolución Cubana –vamos a llamarla así, a pesar de ser lo menos revolucionaria que haya existido–es socarrona, sinvergüenza y patrañera. Nunca ha mirado a los ojos del pueblo.

La Revolución Cubana no es confiable, ni justa.

sábado, 25 de mayo de 2024


* Nota necesaria al margen de mi escrito anterior.

He recibido varios mensajes al privado diciéndome que estoy siendo injusto con un grupo de intelectuales que sí han alzado su voz  en medio de la oscuridad de Cuba.
Es cierto; hay un número de seres luminosos, artistas, pensadores, intelectuales honorables que no han quedado callados ante los desmanes de la maquinaria, y que, por supuesto, sufren represión diariamente. Mi escrito fluye, dando por sentado de que existen, y hacia ellos va todo mi respeto y admiración.

Pero uno lleva al otro como el efecto dominó: La mayoría de los artistas, escritores y gente de la cultura, mira de soslayo y baja la mirada frente a los valientes.
Callan las vacas sagradas que están arriba en un status rarísimo, servidos con donaciones y viajecitos para que calmen sus inquietudes y se olviden del caos. Esos son los que atentan contra la cultura nacional, pues a pesar de que en en algunos casos existe una obra respetable "estéticamente", carecen de esa fuerza que ha caracterizado a los verdaderos artistas. Yo no creo que el arte nos haga mejores seres humanos si no tiene  una responsabilidad con su entorno, ni sacralizo a ningún intelectual mudo ante su universo,  y miro sospechosamente a aquellos famosos y empoderados que obviando a su prójimo, cantan a quien nos  aplasta, o callan vergonzosamente para no buscarse problemas.
Tampoco estoy quitándole la importancia al pueblo, todo lo contrario, pues el mecanismo perfecto, con total sincronía, debe ser el pensador y el artista –que son parte del pueblo– en función de ser voceros de las cuitas populares. 

En Cuba los grandes estallidos sociales ha sido el obrero, la gente humilde que ha representado dignamente al país, y hacia ese conglomerado ecuménico y vital, debería estar encauzada la creatividad del arte y las demás disciplinas del humanismo.
El 27 de noviembre del 2020 fue un momento alto de la cultura nacional; allí están las bases fundamentales, a modo de tutorial, de cómo debería ser el alma y la actitud de cada creador cubano. Esos participantes de la sentada, son parte de nuestra historia definitiva y limpia; pero la mayoría fue desterrada, agredida y perseguida por el gobierno.

He recibido otros mensajes donde me han comentado que estoy haciendo responsables del problema cubano a los artistas. Error, no son los culpables; aunque si callan y evaden sigilosamente el meterse en el problema,  que es de todos, también están aportando un granito de carbón de piedra a la hoguera. 

Si una misión debe tener el intelectual, para que sea respetable, es ser partícipe del momento histórico que vive, ser vocero del humilde, del leñador, el cocinero, el campesino, la joven enfermera, la madre encabritada, la muchacha que reparte el agua en el cañaveral, del sufrimiento de niños y ancianos, de las tribus urbanas marginadas y/o satanizadas por su religión o proyección sexual, de los que se enfrentan honorablemente al abuso y la represión. Si no defiende y no se compromete con todos los matices sociales, ese intelectual ciego y mudo, es una bazofia. Este es mi criterio. 




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Puede leer aquí el escrito original:

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lunes, 20 de mayo de 2024

 


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Cuba ha llegado a un nivel que no tiene parangón, incluso, va más allá de ideologías y liviandades filosóficas. Eso tiene que acabar, no puede seguir el calvario, y no hay maneras de justificar el infierno que habita en cada casa.

Sé que voy a caer mal a muchas amistades, porque dirán que es un facilismo mío el decir cosas estando lejos de la isla. Si algo le conviene al gobierno cubano, es ese dicho guapetón y orillero que circula por las redes: "Perrito faldero en Cuba y perro salvaje en el extranjero"; pero yo, además de creer que todo criterio es válido aunque hayamos callado cuando estábamos en la isla, puedo decir con orgullo que nunca estuve de rodillas, y dije, y recontradije, y me jodieron e intentaron silenciarme mil veces, y seguí oponiéndome.

Yo pregunto, preocupado, alarmado:

¿Dónde están los intelectuales, los pensadores, los artistas que esgrimen las banderas indomables del arte y la cultura, los humanistas que hacen trincheras conceptuales a favor del espíritu libre, los que gritaron mil veces ¡NO PASARÁN!, los románticos y enamorados del bien, los que han alzado su voz tantas veces contra la opresión en disímiles naciones, los que echan rodilla en tierra en pos de un mundo nuevo, los voceros ideo-estéticos de las sociedades en crisis?

¿Dónde están esos pensadores altruistas que aseguran que el arte y la cultura nos salva de las miserias humanas, y callan ante la barbarie de vivir sin un futuro cierto, con insomnio, enfermedades, persecución y hambre?

¿Dónde están los cantores al amor, los irreverentes, intolerantes e irascibles creadores, los cimarrones estetas amantes de la felicidad plena del hombre, los que recitan de memoria versos sobre la necesidad del pan de miga y cáscara, sabiendo que hay artistas encarcelados arbitrariamente y el pueblo sufre hambruna? 

¿En qué lugar se esconden los fabricantes de  llaves que abren mentes de concreto, y son capaces de humedecer los ojos humildes con la sabiduría del verbo? 

¿Dónde se encuentran los martianos que se duermen leyendo "Dos Patrias" y no quieren ver que todavía Cuba viuda pasa?

¿Dónde se ocultan los que enamoran cantando "Unicornio" o "La era está pariendo un corazón"? 

¿Dónde están en estas fatales horas para el pueblo cubano sin unicornios y con la era baldía, muertos en la colina?

La patria gime... ¿es que no lo ven, o no lo quieren ver por intereses personales, y el temor de perder las míseras prebendas los enceguece? 

¿Es más importante asegurar una palmadita fría en el hombro, o un libro publicado, o una exposición en el extranjero, o un disco en la EGREM, que decir a un grito BASTA YA?

No puedo seguir leyendo noticias de gente quebrada, destrozada por la falta de gestión de un gobierno que le miente al mundo para tratar de seguir controlando el alma de los humildes.

Es penoso ver a culturosos, orientados por el departamento ideológico del partido único, gritar con el puño en alto, solidarios y  emocionados con cualquier causa externa, pero con la mirada borrosa cuando frente a frente tropiezan con un pueblo deshecho; pero no, eso no es importante, no está orientado; hay que cerrar los ojos y seguir asintiendo como cómplices, y solo se debe gritar cuando el problema sea en cualquier país del mundo menos en Cuba.

Respeto a mucha gente de la cultura que está en en la isla, respeto a dos o tres que todavía creen en esa cosa mal llamada revolución, y que nunca han esgrimido sus ideologías para hacerle daño a los que disienten, pero en verdad, creo que ya es la hora de comenzar a reaccionar como es debido, porque aquello no tiene forma, ni volumen, ni futuro, e incluso, ni siquiera tiene un pasado respetable.

¿Dónde están los que se emocionan cuando declaman con vehemencia a Ezra Pound, Paul Éluard o a Miguel Hernández, y se les pone la carne de gallina pensando que el poder de la poesía derrumba muros y corta cadenas? 

Pues ya, es la hora de Cuba, y nos toca el turno de viabilizar toda esa energía en favor de nuestro país. 

Aquí lo dejo:


“Para la libertad” 

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.

Para la libertad, siento más corazones

que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;

y entro en los hospitales, y entro en los algodones,

como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada,

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.

Retoñaran aladas de savia sin otoño,

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;

porque soy como el árbol talado que retoño:

aún tengo la vida.

Miguel Hernández

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jueves, 16 de mayo de 2024

Sobre la entrevista concedida por el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al periodista español Ignacio Ramonet.

Ignacio Ramonet y Miguel Díaz-Canel.
Foto tomada de Internet.
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Acabo de ver esta joyita de la política exterior cubana, o para decirlo más claro, la vergonzosa puesta en escena a nivel internacional del señor Miguel Díaz-Canel, presidente de la República de Cuba.

Resulta que, según el Presidente, el pueblo cubano es quien se enfrenta a los que disienten; no es el poder absoluto, no es la policía, ni la seguridad del estado, ni el Partido Comunista de Cuba que este señor representa. El pueblo siempre paga, el pueblo es el que maltrata al propio pueblo, y el mandatario intenta, infructuosamente, achacarle las golpizas, los insultos, las violaciones de los derechos humanos, el destierro de tantos y encarcelamiento de cubanos por exigir libertad. 
Parece que las cárceles en Cuba son privadas, pues si el mandatario se desliga de todos los sucesos ocurridos en Cuba, y de los 1069 presos políticos, sería muy fácil ir a las innumerables prisiones que colman la isla, y abrir las puertas para que estos puedan salir.

Si culpa tiene el presidente y su maquinaria, culpa tiene Ignacio Ramonet por seguirle el jueguito a este individuo oscuro y falto de principios. Ramonet está al tanto del acontecer en Cuba, son muchos los años chupándole los labios al régimen; pero es evidente que esta entrevista es el resultado de un trabajo de mesa, donde ambas partes conveniaron preguntas y respuestas para echarle un poco de barniz a un gobierno que, a estas alturas, no se ha cansado de cometer errores políticos, económicos y lesivos contra el pueblo. 

Canel tiene miedo de asumir la responsabilidad; se desvela tratando de salvar la plataforma gubernamental que se hunde, pero ha sido incapaz de disparar un chícharo en pos de mejorar la vida del pueblo.
 
Olvidó que él, sudado e histérico, dio la  orden de combate, autorizando a las hordas a dar palo, machete y tiros.
Olvidó que se alistaron las tropas de las FAR y el EJT para abatir a toda manifestación en contra del gobierno.

Hermes, no te enredes ni salgas mucho en estos días. Nos han mandado a cortar toletes de marabú para darle golpes a los que salgan a protestar— me dijo un chamita que en esos días sufría su Servicio Militar Obligatorio.

Olvida también el señor Díaz-Canel, a aquella muchachita que se hizo viral en las redes, días después del estallido social el 11 de julio del 2021, abusada en prisión, golpeada y amenazada con meterle a dos “gorilas” matones en su celda para violarla. Olvida a tantos casos conocidos de manifestantes apaleados y torturados; olvida a los que hoy están regulados, torturados psíquicamente y físicamente por ejercer sus derechos de protesta.

Pero todo sigue siendo mentira de los odiadores, y el bloqueo resulta la sagrada, única, intocable, eterna y necesaria causa de la hecatombe económica.

Ignacio Ramonet también es un olvidadizo; a él le importa un bledo la suerte de los cubanos; él es un español residente en París, empoderado y vividor, que busca puntos en su grisácea carrera como periodista. Olvidó preguntarle al invitado las razones de tanta corrupción en su gabinete, de tantos ministros explotados, de tantos primeros secretarios provinciales del PCC que han renunciado y hasta han intentado emigrar con el parole. Olvidó preguntarle sobre los cubanos imposibilitados de regresar a su patria, solo por estar en contra del sistema impuesto. Olvidó los destierros forzados, olvidó el odio a los que disienten, la injusta imposición de un único partido político, y por supuesto, olvido hurgar en las verdaderas causas del hambre. 

Leer la entrevista al presidente de la república de Cuba, es como ir al cine a ver una película que nos la sabemos de memoria.

En verdad, hay que tener un balón de aire comprimido en la cabeza para mentir sin una gota de remordimiento.

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Respuesta de Miguel Díaz-Canel
sobre la represión a los manifestantes


 

Fotos de Vladimir Osés
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Un motivo recurrente en los artistas, es recrear en sus obras las ciudades coloniales. Debido a la majestuosidad y el color que les da el tiempo, estas gozan del protagonismo en la poética de pintores, escultores, fotógrafos y escritores. No todo ha sido bueno. El ambiente colonial puede ser un arma de doble filo, y se ha utilizado tantas veces, que se ha identificado una zona comercial, de escaso valor artístico, donde el objeto ha devenido en mercancía y souvenir para el turista. 
De manera que, a estás alturas, es un camino muy difícil el mostrar una obra visual con alto nivel estético donde la ciudad sea vista con otra mirada, alejada del guiño “candonguero”. Es el caso de Vladimir Osés, arquitecto de formación y artista visual.

En los últimos meses el creador, acompañado de un buen lente, ha conformado una colección de fotografías de Sancti Spíritus con resultados asombrosos. Una ciudad fundada en 1514, y que exhala cierto espíritu medieval en sus plazas y callejuelas, es propensa a ser retratada y vendida como souvenir, pero el artista ha trastornado el método para su contemplación, sugiriendo otros ángulos y diversas maneras novedosas de reinterpretación de la villa.

Es interesante el parecido, consciente o no, con el pintor griego naturalizado en Italia Giorgio de Chirico, posiblemente el padre espiritual de surrealismo con su “pintura metafísica”.

Giorgio de Chirico. El vidente (1914–15)

Osés nos muestra un mundo de objetos construidos por el hombre, pero solitarios, sujetos a estructuras que posan fríamente sin rastros humanos que eclipsen su presencia, pero dejando constancia gráfica mucho más allá de la apariencia sensible. De forma tal, que podemos descubrir nuevamente lo que ya hemos abrazado miles de veces, pero con nuevas proporciones, nuevos derroteros para desandar un universo vacío del ruido cotidiano, y dándonos una ciudad nueva, donde a veces nos podremos preguntar cómo rayos pasamos por allí y no supimos ver la majestuosidad y también el abismo de lo intangible y la soledad en esos cúmulos centenarios.

Giorgio de Chirico. "Delicias del poeta" (1913)

Estas fotos de Vladimir Osés, con tantos niveles de lecturas, e idealizados mundos llenos de referentes de la cultura, poseen un altísimo nivel de contemporaneidad; y así, es que el arte de la fotografía se luce, al sacar de una realidad, que a veces agota, trozos estéticos que nos hacen repensar lo cotidiano. 

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Obras:












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Vladimir Osés
Santa Clara, Cuba.1966
Arquitecto, artista pintor y fotógrafo.


sábado, 11 de mayo de 2024

Foto de la ciudad de Sancti Spíritus. 
Apagón en el año 2023

Es cruel estar lejos de Cuba con las necesidades básicas ya resueltas, y ver en las redes sociales y en mensajes de WhatsApp, el sufrimiento de todo un pueblo.
La isla está viviendo una nueva ola de cortes de electricidad que supera con creces todas las que padecí.

Tengo el presentimiento de que en breve me voy del Facebook. Los que están dentro de ese infierno no imaginan que los que llevamos Cuba por dentro, aunque estemos en lugares confortables, el suplicio es similar, y el hambre, la miseria, los apagones, y el dolor, podrían ser historias de un terrible pasado, pero no sucede así, al menos en mi caso.

Yo nunca voy a sugerir que el pueblo se tire para la calle, eso es algo muy personal, y no soy el más indicado para decirlo, viviendo en un país libre. En Cuba, cuando comenzaba la movida de gente a protestar, un tipo se parqueaba en la puerta de mi casa o en la puerta de la iglesia, que son idénticas, y hasta que no se calmaba temporalmente la situación, no se largaba.

Fui citado muchísimas veces por la SE, específicamente por el comando que se ocupa de mantener "a raya" a los intelectuales. Fui amenazado, ofendido, controlado, agredido hace unos años, cuando la cosa no estaba ni siquiera la mitad de lo caldeada que está hoy. Fui expulsado par de veces de mi trabajo como profesor de artes plásticas, solamente porque estuve tres años fuera del país en los 90´s, y casi una década después, fue que vine a enterarme de la causa de todo, pues nunca me lo dijeron.

Mis amistades, tanto las que continúan en Cuba, como las que están fuera, no me dejarán mentir. Todos los lunes cuando el timbre sonaba temprano en la mañana, mi familia decía: Hermes, te vienen a buscar para llevarte a prisión. Es terrible sentirse controlado y vigilado.

Digo todo esto porque el miedo es un arma del régimen, y nunca diré que el pueblo tiene que salir a inmolarse. 
Yo creo en la eficacia de ese miedo colectivo cuando veo a cientos de cubanos que viven fuera y callan también. Estos me molestan un poco; muchos me escriben al privado, asintiendo, confirmando mis palabras, pero incapaces de producir ellos mismos algún grito de apoyo a nuestro pueblo. A veces también los entiendo; es otra estrategia del régimen el inocular terror a los que vivimos fuera, para que no hablemos en contra de la barbarie, temiendo que el gobierno nos prohíba entrar a Cuba y perdamos alguna propiedad, o no veamos nunca más nuestros sus familiares, o la novia o el novio, o nos quiten la posibilidad de una semana a "to tren" en Varadero.

Yo no tengo el antídoto para curar el sufrimiento de nosotros los cubanos, y aunque tengo la esperanza de que Cuba se libere de tanto dolor, cada vez que entro a las redes, deseo romper mi cabeza contra la pared, porque, coño, ya ni sé, aquello no es vida, es un calvario, y vivir en un país libre, con inmensas posibilidades de ser feliz, no implica para mí absolutamente nada cuando leo a gente que amo, amigas, amigos, colegas, gente buena, mala, niños, ancianos, todos, sufriendo un castigo que no merecen, sin poder gritar para cambiar las cosas, porque les echarán los perros de pelea.

Cuando voy a degustar un simple plato bien servido, desayunarme con un buen pan, o un simple croissant, cuando veo leche de vaca barata y de mil marcas diferentes, o una familia paseando con sus niños felices, sin ser millonarios ni lejanamente ricos, se me desgracia el día, y no tengo consuelo pensando en mi isla envuelta en la miseria por la ineficiencia de un gobierno corrupto. 

Yo le pido a todos los dioses, los antiguos y modernos, que ilumine mi pueblo, porque cada día el país se hunde más en el lodo. Mañana es el día de las madres, pero ¿Cómo rayos voy a felicitar a esas mujeres que necesitan un monumento en cada plaza, en cada pueblo cubano? Son las luchadoras, las destrozadas psíquicamente por tantos años buscando un pancito, un delicioso refresco, una chuchería para que sus niños, aunque sea por una vez, sonrían de placer. 

Un día cualquiera, sin dudas, habrá un despertar colectivo, pero el gobierno obsesionado con el poder, nunca va a ceder ni un ápice, y la orden de combate será dada nuevamente; entonces, para mi congoja, habrá un baño de sangre, porque el odio de los gobernantes elimina el amor.

Venga la felicidad para la isla, carajo; venga ya la hora en que podamos decir que Cuba es un país de gente feliz. 
Tendrá que suceder, pues los cubanitos somos gente buena. 
La noche es oscura, pero el amanecer llegará, y los gallos ya están cantando.

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Reacciones en las redes sociales











viernes, 10 de mayo de 2024

James Bonachea
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Dijo el dramaturgo y crítico irlandés George Bernard Shaw, que todo hombre después de los cuarenta años, es un bribón, y hoy, en pleno siglo XXI, James Bonachea lo confirma.

El arte es el medio idóneo para trastorna el mundo y salir ilesos, pues, lo que no podemos lograr en otras disciplinas, en la creación artística se encauzan con tanta eficiencia, que incluso a veces ha incidido en otros campos.

James es un mezclador de culturas y religiones ancestrales, creando un mundo muy propio, donde el corpus formal y conceptual de su obra, lejos de militar en alguna corriente específica de la religión, el misticismo, o la propia historia de la humanidad, se conforma con un ajiaco esotérico donde el artista no ofrece mensajes salvíficos ni nos incita a caminar por ningún prado o vereda. Para bien del espectador, James Bonachea nos invita a observar un universo ahistórico, deconstruyendo los cimientos de antiguas bases filosóficas y culturales para darnos esas postales de una nueva categoría o un nuevo nivel consciente de nuestro devenir.
Residente en Mérida, Yucatán, James se adentra con gusto en el mundo Maya, desmontando altares y emblemas que respetuosamente mezcla con espacios alternativos y escenas Pop.

Artista cubano con gran laboriosidad en su etapa en la isla, donde asumió el performance, la pintura de caballete y la instalación como su día a día, llevó a México todas sus herramientas, resultando que su obra ha logrado una poética inusual al recibir el encontronazo de la religión Maya.
Los invito a pasear por la obra del artista.

 













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James Bonachea

Sancti Spíritus, 1977

jamesbonachea@yahoo.com

Ver la información sobre el artista aquí:

https://shorturl.at/HKOQR

https://shorturl.at/nqsO1

https://shorturl.at/acIX7