Palabras de contracubierta, escritas por Mabel Cuesta:
Te dirán que es una colección de poemas y es mentira. Una mezcla de prosas y textos de no ficción y te habrán engañado dos veces. Es, quizás, un diario. Un paseo por el arco temporal que aparenta ser de casi dos años; pero que en realidad —otro giro en la espiral de la falacia— contiene decenios… Se trata, acaso, de una isla que alcanzó su hedor máximo y que se fugó buscando un aroma de violetas, un gesto delicado, un saber que no es uno. Ya sé: esta es la libreta de apuntes de una mujer que bien se había marchado cuando todo la obligaba a permanecer. Una mujer que sí es una isla, aunque Whitman se empeñe en decir lo contrario…
Te dirán que es una colección de urgencias por respirar, un largo ejercicio de apnea no solicitada por el cuerpo sumergido y solo entonces se habrían acercado a la verdad.
Mabel Cuesta.
University of Houston.
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Cinco poemas del libro "Últimas profecías (mi sobrevivencia en Cuba)"
CHILDHOOD
Para mi hermano José Enrique.
Cuando era niña
y mi maestra preguntaba
por la patria
o por el beso
que la patria nunca quiso darme
miraba a lo lejos:
veía mis muñecas
extenuadas
partir hacia el desierto
y a mi hermano
en alta mar
atado a una balsa
y a las oraciones de mi madre.
Siempre era lo mismo:
mi maestra hacía la pregunta
y yo sin responder
en silencio
por la angustia
de lo que vendrá.
Un día mi maestra
decidió besarme
en nombre de la patria.
Miré sus manos
temblorosas
y su voz humilde.
Un dedo le dio esa orden
y ella la cumplía
cándida
aterrada
como cuando la visitaban en sus clases
y le daban una nota.
Esa mañana
frente a todos
supe que así sería siempre
hasta el final:
mis muñecas, mi hermano y yo
viviendo en la orden
en el beso de una patria
que existe
solo
en la memoria
de la ausencia
y del silencio.
10 de agosto de 2023, Sancti Spíritus, Cuba.
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GONE
Para M.S. que me dio el encargo
El mal contrario al bien
colabora en su propia destrucción:
eso pensó Borges cuando supo que los alemanes tomaron París.
Estaba hablando de la derrota
y de que el mal conjura el bien
en la materia corrompida
y mugrienta
o en la madre que odia
sin cesar
a los verdugos del hijo
que mandaron a la guerra
o al patíbulo.
El mal necesario y a veces fútil
es la ausencia de infancia
el deseo irrealizable
de quien se obsesiona
por ocupar tu vida o tus alforjas
sin saber que tus escudos
y tus alquimias
te fueron dados
y que, inevitablemente,
nadie —no importa el nombre—
podrá cumplir
la importante tarea
de ser tu opuesto
tu imposible
tu vacío.
Pero fíjate
muchas veces
el mal puede ser el bien
cuando escuchas con dolor una canción que amas
y tres minutos después
encuentras a su bajista
limpiando los desechos de un mercado
y te saluda
y te recuerda el pueblo donde naciste
tu barrio al atardecer
o las muchachas que corrían tras tus acordes…
El mal es el mal.
Así dicen todos
—o casi todos—.
Pero yo, sin nada que guardar
en esta podredumbre
digo que el mal y el bien
viven juntos
y nadie puede recordarlos.
5 de septiembre de 2023, Sancti Spíritus, Cuba
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LEGACY
Hoy he buscado a mi padre
en libros
y en la lata de leche condensada
que abrí en el desayuno.
Muchas lunas han pasado
desde que partió
y sigo viendo un hombre fuerte
que leía y bebía
para cambiar su miedo.
En realidad, mi padre nunca quiso cambiar su miedo.
Solo una vez
cuando nació su única hija
pero ella era demasiado terca
y lo intimidaba todo
sin preguntar ni despedirse.
El miedo de mi padre se fue
el 6 de mayo de 1992
cuando le dio un ataque al corazón.
¿Te imaginas al miedo con un ataque al corazón?
Me dejó sola
así de pronto
como el rayo descarnado
que cae sobre uno
y lo abruma.
El miedo de mi padre se marchó
dicen que por culpa de la niña
su única hija.
Hoy vino a visitarme.
El miedo de mi padre está feliz.
Ya no bebe ni lee libros.
Ahora solo contempla mis hijos.
Los besa.
Acaricia sus cabellos asustados.
Mientras, ellos duermen
y nadie sabe lo que sobrevendrá.
Atlanta, 6 de mayo de 2024
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HOLY MONDAY
Mi madre es una fruta exótica.
Desde aquí la miro en la mañana
con su taza de café humeante
echando migajas de pan y calabaza
al perro y al gato
que cada día le recuerdan mi nombre y sus heraldos.
Mi madre es una fruta exótica
que pende sobre mi cabeza
sobre mi tronco quebrado
y las furias de mis hijos.
Mi madre es una fruta exótica
del monte de Getsemaní:
mi oración de cada día
la limpieza del templo
la unción de Betania
y la autoridad.
Mi madre es una fruta exótica
macerada siete veces
lunes santo
memorial…
Atlanta, 25 de marzo, lunes santo de 2024
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DON’T GIVE UP
En mi país no existe la bienvenida.
Todos se despiden y
cuando alcanzas la mayoría de edad
también te obligan a hacerlo.
Mi país es una selva oscura.
Ya nadie se sobrecoge
ni se emociona con los nacimientos.
Hablan en voz alta
gesticulan.
Solo algunos logran apartarse
reír
o escapar.
Un día yo también me despedí.
Estaba loca por hacerlo
porque ya es tradición
y si no lo haces
puedes perder todo.
Pero lo cierto es que
en realidad
me empujaron al mar lentamente
hasta que mis piernas dejaron de tocar la arena.
Escogieron ese día
porque hubo una mujer que condenó a las demás…
Cuando llegué al otro lado
el poema difícil me recibió
con los brazos abiertos y una campanada.
Nunca imaginé que detrás del mar
lo vería bien vestido
con demasiadas luces
demasiados versos
y delicadas pasiones.
Trajo una inmensidad
que me hizo pequeña
frágil.
Cada noche soñaba con baúles viejos.
Volvía a la selva
me alejaban del mar
y no podía marcharme.
El poema difícil entendía todo:
él también había venido del mismo lugar
y tuvo los mismos sueños.
Me regalaba velas y arándanos
para espantar las pesadillas.
Bajaba mis fiebres
y quemaba inciensos…
Un día puso un anillo en mi mano
dejó de traerme velas
y quemar inciensos.
Me besó en la frente
y me llevó sobre su espalda.
Entonces yo
que ya no quiero despedirme
lo tomé del brazo
y empecé a caminar.
Atlanta, 15 de mayo de 2024
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Yanetsy Pino Reina
Sancti Spíritus, Cuba. Reside en Atlanta. Estados Unidos.
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