domingo, 23 de junio de 2024

 "Últimas profecías (mi sobrevivencia en Cuba)"
Un nuevo libro de la poeta, narradora e investigadora Yanetsy Pino Reina.


Palabras de contracubierta, escritas por Mabel Cuesta:

Te dirán que es una colección de poemas y es mentira. Una mezcla de prosas y textos de no ficción y te habrán engañado dos veces. Es, quizás, un diario. Un paseo por el arco temporal que aparenta ser de casi dos años; pero que en realidad —otro giro en la espiral de la falacia— contiene decenios… Se trata, acaso, de una isla que alcanzó su hedor máximo y que se fugó buscando un aroma de violetas, un gesto delicado, un saber que no es uno. Ya sé: esta es la libreta de apuntes de una mujer que bien se había marchado cuando todo la obligaba a permanecer. Una mujer que sí es una isla, aunque Whitman se empeñe en decir lo contrario…

Te dirán que es una colección de urgencias por respirar, un largo ejercicio de apnea no solicitada por el cuerpo sumergido y solo entonces se habrían acercado a la verdad.

Mabel Cuesta.

University of Houston.

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Cinco poemas del libro "Últimas profecías (mi sobrevivencia en Cuba)"


CHILDHOOD

Para mi hermano José Enrique.

Cuando era niña

y mi maestra preguntaba

por la patria

o por el beso

que la patria nunca quiso darme

miraba a lo lejos:

veía mis muñecas

extenuadas

partir hacia el desierto

y a mi hermano

en alta mar

atado a una balsa

y a las oraciones de mi madre.

Siempre era lo mismo:

mi maestra hacía la pregunta

y yo sin responder

en silencio

por la angustia

de lo que vendrá.

Un día mi maestra

decidió besarme

en nombre de la patria.

Miré sus manos

temblorosas

y su voz humilde.

Un dedo le dio esa orden

y ella la cumplía

cándida

aterrada

como cuando la visitaban en sus clases

y le daban una nota.

Esa mañana

frente a todos

supe que así sería siempre

hasta el final:

mis muñecas, mi hermano y yo

viviendo en la orden

en el beso de una patria

que existe

solo

en la memoria

de la ausencia

y del silencio.

10 de agosto de 2023, Sancti Spíritus, Cuba.

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GONE

Para M.S. que me dio el encargo

El mal contrario al bien

colabora en su propia destrucción:

eso pensó Borges cuando supo que los alemanes tomaron París.

Estaba hablando de la derrota

y de que el mal conjura el bien

en la materia corrompida

y mugrienta

o en la madre que odia

sin cesar

a los verdugos del hijo

que mandaron a la guerra

o al patíbulo.

El mal necesario y a veces fútil

es la ausencia de infancia

el deseo irrealizable

de quien se obsesiona

por ocupar tu vida o tus alforjas

sin saber que tus escudos

y tus alquimias

te fueron dados

y que, inevitablemente,

nadie —no importa el nombre—

podrá cumplir

la importante tarea

de ser tu opuesto

tu imposible

tu vacío.

Pero fíjate

muchas veces

el mal puede ser el bien

cuando escuchas con dolor una canción que amas

y tres minutos después

encuentras a su bajista

limpiando los desechos de un mercado

y te saluda

y te recuerda el pueblo donde naciste

tu barrio al atardecer

o las muchachas que corrían tras tus acordes…

El mal es el mal.

Así dicen todos

—o casi todos—.

Pero yo, sin nada que guardar

en esta podredumbre

digo que el mal y el bien

viven juntos

y nadie puede recordarlos.

5 de septiembre de 2023, Sancti Spíritus, Cuba

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LEGACY

Hoy he buscado a mi padre

en libros

y en la lata de leche condensada

que abrí en el desayuno.

Muchas lunas han pasado

desde que partió

y sigo viendo un hombre fuerte

que leía y bebía

para cambiar su miedo.

En realidad, mi padre nunca quiso cambiar su miedo.

Solo una vez

cuando nació su única hija

pero ella era demasiado terca

y lo intimidaba todo

sin preguntar ni despedirse.

El miedo de mi padre se fue

el 6 de mayo de 1992

cuando le dio un ataque al corazón.

¿Te imaginas al miedo con un ataque al corazón?

Me dejó sola

así de pronto

como el rayo descarnado

que cae sobre uno

y lo abruma.

El miedo de mi padre se marchó

dicen que por culpa de la niña

su única hija.

Hoy vino a visitarme.

El miedo de mi padre está feliz.

Ya no bebe ni lee libros.

Ahora solo contempla mis hijos.

Los besa.

Acaricia sus cabellos asustados.

Mientras, ellos duermen

y nadie sabe lo que sobrevendrá.

Atlanta, 6 de mayo de 2024

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HOLY MONDAY

Mi madre es una fruta exótica.

Desde aquí la miro en la mañana

con su taza de café humeante

echando migajas de pan y calabaza

al perro y al gato

que cada día le recuerdan mi nombre y sus heraldos.

Mi madre es una fruta exótica

que pende sobre mi cabeza

sobre mi tronco quebrado

y las furias de mis hijos.

Mi madre es una fruta exótica

del monte de Getsemaní:

mi oración de cada día

la limpieza del templo

la unción de Betania

y la autoridad.

Mi madre es una fruta exótica

macerada siete veces

lunes santo

memorial…

Atlanta, 25 de marzo, lunes santo de 2024

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DON’T GIVE UP

En mi país no existe la bienvenida.

Todos se despiden y

cuando alcanzas la mayoría de edad

también te obligan a hacerlo.

Mi país es una selva oscura.

Ya nadie se sobrecoge

ni se emociona con los nacimientos.

Hablan en voz alta

gesticulan.

Solo algunos logran apartarse

reír

o escapar.

Un día yo también me despedí.

Estaba loca por hacerlo

porque ya es tradición

y si no lo haces

puedes perder todo.

Pero lo cierto es que

en realidad

me empujaron al mar lentamente

hasta que mis piernas dejaron de tocar la arena.

Escogieron ese día

porque hubo una mujer que condenó a las demás…

Cuando llegué al otro lado

el poema difícil me recibió

con los brazos abiertos y una campanada.

Nunca imaginé que detrás del mar

lo vería bien vestido

con demasiadas luces

demasiados versos

y delicadas pasiones.

Trajo una inmensidad

que me hizo pequeña

frágil.

Cada noche soñaba con baúles viejos.

Volvía a la selva

me alejaban del mar

y no podía marcharme.

El poema difícil entendía todo:

él también había venido del mismo lugar

y tuvo los mismos sueños.

Me regalaba velas y arándanos

para espantar las pesadillas.

Bajaba mis fiebres

y quemaba inciensos…

Un día puso un anillo en mi mano

dejó de traerme velas

y quemar inciensos.

Me besó en la frente

y me llevó sobre su espalda.

Entonces yo

que ya no quiero despedirme

lo tomé del brazo

y empecé a caminar.

Atlanta, 15 de mayo de 2024

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Yanetsy Pino Reina

Sancti Spíritus, Cuba. Reside en Atlanta. Estados Unidos.

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4 comentarios:

  1. Excelentes los poemas de Yatnesy. También hubo de arrancarse y escapar de la campana de cristal por lo insoportable del régimen cubano. Gracias por compartir tanta belleza.

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  2. Exactamente. Yo diría campana de plomo, la de cristal, de Sylvia Plath, fue más leve seguramente. Gracias por comentar. Saludos.

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  3. Las Estrellas brillan donde quiera excelente
    Me encantó DON’T GIVE UP
    Un abrazote grandote
    No dejes de escribir

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